Una joven de 19 años ha acusado a su exnovio, mayor que ella, de haberla maltratado desde que tenía 14 años y durante casi un lustro, hasta que su madre lo denunció y a él se le impuso una orden de alejamiento. La sorpresa fue que su testimonio en el juicio celebrado esta mañana contradijo totalmente los que había realizado previamente, en los que negó el maltrato físico y el control al que era sometida. "Es que no quería que le pasara nada", justificó la víctima, quien también afirmó que pensaba que "era la culpable" de que él se enfadara y la maltratara.

La Fiscalía era la única acusación en el procedimiento, al actuar de oficio en un caso que calificó de delito de violencia de género, con maltrato físico y psicológico continuado, y por el que solicitaba un año, nueve meses y un día de prisión para el acusado, que está en el Centro Penitenciario de Asturias por otros hechos.

La relación entre ambos comenzó cuando ella tenía 14 años y él 20. Vivían indistintamente con la madre de él, con la de ella o con el padre de la joven. La chica, expresándose en voz muy baja, explicó que su pareja "siempre pensaba mal" y que "no me prohibía salir, pero siempre se enfadaba porque pensaba que yo en lugar de estar con mis amigas estaba haciendo otra cosa". Tampoco se podía poner pantalones cortos y en una ocasión llegó a romperle ropa.

La víctima relató que la golpeó en dos ocasiones. La primera, cuando estaba con unas amigas y sus novios y él se enfadó porque "estaba gastando su dinero" y con otros chicos, y le pegó un puñetazo en un ojo. La segunda, dándole una patada.

Fue la madre de la menor quien finalmente interpuso la denuncia por malos tratos. La mujer, entre lloros, declaró ante el juez y en dos ocasiones tuvo que salir de la sala para tranquilizarse. "Con catorce años tenía que estar estudiando, con quince y ahora con diecinueve, pero lo dejó todo por esa relación. Rezo todos los días a Dios para que cuando salga -el acusado de prisión- no sigan juntos", aseguró.

El padre de la víctima declaró que su hija le contó que su pareja le "reñía" si se ponía pantalones cortos, y que en alguna ocasión le había llamado "llorando para que fuera a buscarla, que no le aguantaba más, pero luego se quedaba con él".

La joven fue condenada por verse implicada en peleas en las que, según su madre, la metía su entonces novio. La psicóloga que la atendía testificó que la menor no relataba abiertamente que fuera maltratada, pero que se percibía de lo que contaba y que en todo caso llegó a relatar episodios de "malos tratos mutuos", aunque la víctima también negó en la vista oral que ella le hubiese golpeado a él. "En una ocasión llamó para decir que no venía a la sesión porque estaba enferma. Pero su madre me llamó y me contó que él la había pegado y que tenía un ojo morado e hinchado. Cuando vino llegó muy maquillada y dijo que se había dado un golpe, pero no reconoció la agresión", relató la perito.

También señaló que la relación de la joven con sus padres era "complicada", pero que ahora vivía con su padre y no quería tener relación con su madre por haber denunciado a su novio. "No entendía por qué lo había hecho si eso ya había ocurrido con anterioridad", afirmó la psicóloga.

El letrado de la defensa, Jorge García, pidió la suspensión de la vista oral al no presentarse una testigo, amiga de la víctima, que para él es clave en el caso. El juicio se retomará el próximo 8 de marzo.