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Nuevo jefe de Cirugía General del Hospital Universitario de Cabueñes (Gijón)

José Carlos Fernández: "Hemos de lograr que no pase más de un mes desde que vemos un cáncer hasta que lo operamos"

"El sueño tiene que ser disponer de cirugía asistida con robot tanto en el HUCA como en Cabueñes en un plazo de cinco años"

José Carlos Fernández Fernández, ayer, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA. LNE

José Carlos Fernández Fernández (San Felices de Buelna, Cantabria, 1966) es el nuevo jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Universitario de Cabueñes, de Gijón. El doctor Fernández llegó al Principado en 1995 para especializarse en el Hospital General de Asturias, permaneció en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) hasta 2016, y en los últimos tres años ha estado en el Hospital de Jove, de Gijón, como responsable de su especialidad. Ahora asume la dirección de un servicio que durante muchos años estuvo a cargo de Raúl Álvarez Obregón -quien se jubiló en enero de 2013 y falleció en junio de 2017-, y que después ha tenido varios jefes en periodos relativamente cortos.

-Deja el Hospital de Jove.

-Sí, y da un poco de pena. Ha sido un periodo muy enriquecedor, y Jove es un hospital con muy buen ambiente.

-¿Qué planteó en su proyecto de gestión para Cabueñes?

-Hice el clásico análisis DAFO: debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades. Hay varias premisas fundamentales. Gijón es la ciudad más poblada de Asturias, y estamos en una región muy envejecida. Esto implica que hemos de abordar una serie de retos ineludibles.

-¿De qué modo?

-Somos dieciocho cirujanos de plantilla y cinco residentes. En mi proyecto planteé una estructura del servicio, una serie de acciones nuevas y un cronograma a corto, medio y largo plazo. Hay mucho potencial en Cabueñes. Pondremos en marcha nuevos comités multidisciplinares y potenciaremos los ya existentes, porque son las entidades adecuadas para una toma de decisiones más acertada, y para responder al desafío de gestionar por procesos. Además, tenemos la ilusión de acreditar las unidades que forman el servicio. Y con la incubadora de alta tecnología del Parque Tecnológico se nos abre una oportunidad única para investigar.

-¿Un servicio amplio implica una dificultad mayor?

-Es fundamental tratar de sacar de cada persona lo mejor de sí misma. Ahora se lleva mucho la palabra excelencia, y yo quisiera hacerla realidad en nuestro servicio. Pero eso no es nada fácil.

-El horizonte es la gran reforma de Cabueñes.

-La reforma del hospital es un reto enorme. La cuestión es llegar al nuevo Cabueñes en las mejores condiciones posibles. El hospital se había quedado pequeño porque la cartera de servicios había aumentado, y las instalaciones, no. Vamos a tener más quirófanos, y eso aumentará la actividad de nuestro servicio. También ganaremos espacios para consultas. Lo principal es la faceta asistencial, pero somos un hospital universitario y con residentes. Por lo tanto, tenemos que cuidar a los futuros médicos y a los que están haciendo la especialidad.

-¿Qué se debe priorizar?

-En el momento actual, en los servicios de cirugía consumen muchos recursos el cáncer de colon y el cáncer de mama. Intentaremos enfocar esta actividad del mejor modo posible. Tenemos que hacer realidad el objetivo de que no pase más de un mes desde que vemos al paciente de cáncer hasta que lo operamos. Y después tenemos que cumplir la ley de garantía de tiempos máximos, para que nadie espere más de 60 días por una primera consulta.

-¿Qué áreas crecerán?

-La idea es potenciar las unidades de alta resolución quirúrgica. Hay patologías en las que los pacientes ingresan y tienen que estar varios días hospitalizados, hasta que se operan. Si conseguimos intervenirlos en un máximo de 24 o 48 horas, el ahorro de recursos es muy importante. Tenemos que potenciar la cirugía mayor ambulatoria. Actualmente se envía mucha a Jove y a Cruz Roja, y tenemos que aspirar a una unidad fuerte en el propio Cabueñes. Entre el 50 y el 60 por ciento de la cirugía que hacemos puede ser sin ingreso. También podemos crecer en otras cirugías, siempre pensando en una atención integral al paciente en su área sanitaria y en ayudar a otros hospitales del Principado si lo necesitaran.

-Usted ha defendido en público que la sanidad pública asturiana incorpore el robot Da Vinci para operar.

-Tenemos que ser ambiciosos. No cabe duda de que el sueño tiene que ser disponer de cirugía asistida con robot tanto en el HUCA como en Cabueñes en un plazo de cinco años.

-Ha pasado muchos años en el HUCA. ¿Sufre el síndrome de quien pasa a un hospital de menor tamaño?

-No, en absoluto. Acabo de estar tres años en Jove, un hospital pequeño. El tamaño no lo es todo. En Cabueñes hay una mezcla de juventud y experiencia, y mucha gente con ganas de hacer cosas. No es cuestión tanto de mirar al HUCA como de ser lo más resolutivos que resulte posible. No tendría sentido que hiciésemos trasplantes de hígado, pero sí casi todo lo demás. Cabueñes es un hospital con personalidad propia.

- En el HUCA está convocado el concurso para la jefatura de servicio de Cirugía General.

-Sí, y ha habido cambios recientes en las jefaturas de otros hospitales. Entiendo que todos tenemos el deber de desplegar una estrategia de colaboración que redundará en beneficio del paciente, que es el centro de nuestro sistema sanitario.

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