Un vecino de Peñamellera Alta se encuentra entre los 21 arrestados o investigados de la "operación Antitox VII" contra el uso de venenos u otros medios ilegales de caza, que se ha desarrollado a lo largo del último año y ha investigado la muerte de 70 animales envenenados. En concreto, el asturiano fue investigado y detenido por el envenenamiento de una hembra de quebrantahuesos, de nombre "Julia", que había sido liberada en los Picos de Europa por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), dentro del programa "Life+ Red Quebrantahuesos", que busca la reintroducción de esta especie en el Parque Nacional.
El animal fue hallado el pasado 5 de abril por dos técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, en Llavandes (Peñamellera Alta). En la necropsia, realizada en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos de Ciudad Real, se halló carbofurano, un insecticida prohibido y letal para los animales.
Los agentes del Seprona realizaron varias batidas por la zona con perros especializados en la detección de venenos. El pasado 19 de abril, se halló un bote de cristal escondido en un hueco de una cabaña situada en Alles. Criminalística determinó que era carbofurano. El día 2 de julio, se tomó declaración al vecino B. E. M., que tenía arrendada la cabaña en la que se encontró el veneno.
Cebos envenenados
En el último año también se encontraron cinco milanos envenenados en Cáceres y el cadáver esqueletizado de un águila imperial en Ciudad Real. En el operativo se realizaron 201 actuaciones, se incautaron 876 métodos prohibidos de caza (ballestas, perchas, carabinas, lazos conejeros, cepos) y se intervinieron 25 cebos envenenados y numerosos tóxicos, como aldicarb y carbofurano. También se presentaron 66 denuncias por infracción a la normativa de sanidad vegetal. Los agentes del Seprona resaltan que este año se ha descubierto cantidades de veneno cuatro veces superiores a anteriores operaciones.
