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SERGIO CALLEJA PUERTA | Nuevo jefe de la sección de Neurología Vascular del HUCA

"Los incrementos más acusados de casos de ictus se registran en las edades intermedias"

"Es inevitable contratar más neurólogos; crece la longevidad y se hacen más presentes las enfermedades cerebrales"

Sergio Calleja, en una planta de hospitalización del HUCA. LUISMA MURIAS

Sergio Calleja Puerta (Montecoya, Piloña, 1971), neurólogo, se especializó en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y completó su formación en neurología vascular en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y en la University of Texas-Houston Medical School. Acaba de ser nombrado jefe de la sección de Neurología Vascular del HUCA. Desde hace más de tres años ejerce como responsable funcional del servicio de Neurología del complejo sanitario ovetense.

- ¿Qué tipo de patologías cubre la neurología vascular?

-Todas las relacionadas con los trastornos circulatorios del cerebro, tanto arteriales, hablamos de ictus isquémicos y hemorrágicos, como venosos, hablamos de trombosis venosas.

- ¿Crece la prevalencia de estas enfermedades?

-Lo hace, y de manera rápida, a la par que la población envejece y los estilos de vida distan de ser saludables. Precisamente, aunque la edad avanzada constituye el principal factor de riesgo para padecer ictus, es en edades intermedias donde se registran incrementos más acusados de la incidencia de la enfermedad.

- ¿Por qué?

-Por un cúmulo de factores de riesgo que incluyen el sedentarismo, la alimentación inadecuada, los hábitos tóxicos o el estrés emocional.

- ¿Cuáles son las enfermedades vasculares más renuentes a los tratamientos?

-Se ha avanzado muy poco en el tratamiento de las hemorragias cerebrales. Aunque el cuidado de los pacientes en Unidades de Ictus o de Cuidados Intensivos ha mejorado discretamente el pronóstico de la enfermedad, no hemos encontrado de momento tratamientos realmente eficaces que puedan cambiar dramáticamente su evolución, cosa que sí ocurre en los ictus isquémicos.

- ¿En cuáles de ellas han evolucionado más las terapias?

-En los ictus isquémicos, los últimos años han traído consigo un vuelco en las posibilidades de tratamiento. De no poder ofrecer prácticamente nada a los pacientes en los años 90, se ha pasado a la situación actual, en la que, si el paciente llega al hospital en las primeras horas de evolución de la enfermedad, es posible llevar a cabo tratamientos recanalizadores de las arterias obstruidas que pueden restaurar el flujo de sangre y, con él, la función cerebral. Tanto las estrategias farmacológicos como el intervencionismo neurovascular, como nuevas formas de abordar el tratamiento, a través de la telemedicina, y una adecuada organización territorial de la asistencia, han cambiado el pronóstico de la enfermedad.

- ¿En cuáles hay expectativas inminentes de nuevos tratamientos?

-Las posibilidades de abordaje del ictus isquémico agudo no se han agotado. Se espera que en los próximos meses, y merced a la utilización de nuevos programas de procesamiento de las imágenes cerebrales, podamos ofrecer los tratamientos recanalizadores a pacientes con tiempos de evolución más largos. Pese a ello, no conviene perder de vista que "tiempo es cerebro" y que, pese a todo, los tratamientos precoces siempre serán más eficaces.

- ¿El mecanismo del Código Ictus debería reproducirse en alguna otra patología?

-El Código Ictus es un protocolo cuyo objetivo es ubicar al paciente en el mínimo tiempo posible en un hospital que tenga posibilidades para ofrecer a ese paciente el mejor tratamiento posible. En ese sentido, sería aplicable a otras enfermedades en las que el tiempo de acción condiciona decisivamente el pronóstico. En el campo de la neurología, sería aplicable al denominado "status epiléptico", una situación en la que una crisis epiléptica no cesa, o se sigue de otra serie de ellas sin recuperación intermedia de la conciencia. De hecho, el HUCA está trabajando en un protocolo similar para optimizar el manejo de esta enfermedad.

- En el ámbito de la neurología, ¿cómo debe organizarse la cooperación entre los hospitales de Asturias?

-Combinando de manera adecuada los recursos existentes en los diferentes dispositivos asistenciales para abordar de la mejor manera posible el problema específico de cada enfermo. Hay patologías que pueden recibir una excelente atención en el hospital de área del paciente, y otras que requieren su derivación a hospitales con dotación específica de técnicas o personal. La movilidad del paciente debe ser fluida en ambas direcciones, en aras de la equidad y la racionalidad en el uso de los recursos.

- El envejecimiento de la población de Asturias ¿obliga a aumentar las plantillas de neurólogos?

-Inevitablemente, así es. A medida que aumenta la longevidad, se hacen más presentes las enfermedades cerebrovasculares y neurodegenerativas y, con ellas, la necesidad de recursos personales y humanos para atenderlas se incrementa.

- ¿Puede la red de atención primaria aportar más en el ámbito de las enfermedades neurológicas?

-Asturias cuenta con una excelente red de atención primaria, cuya aportación en el ámbito de las enfermedades neurológicas es ingente. Eso no significa que no queden cosas por hacer. A mi modo de ver, es necesario mejorar la coordinación asistencial entre los dispositivos hospitalarios y los de atención primaria. También facilitar la continuidad asistencial entre ambos ámbitos. Y hay que promover la comunicación, el intercambio de información y la protocolización conjunta de procesos, de modo que los equipos puedan coordinarse para ofrecer la mejor atención a los ciudadanos.

- ¿Seguirá como jefe de servicio en funciones?

-Con la próxima resolución de la jefatura de sección de Enfermedades Neurodegenerativas, el servicio de Neurología del HUCA contará con tres secciones, patología neuromuscular, neurología vascular y enfermedades neurodegenerativas, y corresponderá a la Dirección del HUCA decidir cómo se articulan en un proyecto común.

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