Las salidas laborales de una carrera son importantes, pero ante todo "elige la que te vaya a hacer feliz". Ése fue, resumido, el mensaje que Elisa Miguélez González dirigió esta semana a más de 6.500 estudiantes asturianos de Bachiller, ciclos formativos y cuarto de Secundaria. Al borde de la afonía, después de tres intensos días al frente de las jornadas de orientación universitaria "Vive Uniovi", la vicerrectora de Estudiantes responde a las preguntas de LA NUEVA ESPAÑA sobre la EBAU -antigua selectividad- y la preparación y motivación de los jóvenes. Miguélez (Oviedo, 1961) es profesora del área de Microbiología y doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Oviedo.
- El 40 por ciento de los alumnos de Bachiller, según un estudio, dudan qué carrera elegir. ¿El hecho de abrir por primera vez las jornadas a cuarto de la ESO busca disminuir ese porcentaje?
-Sí, va encaminado a bajar ese porcentaje y a orientar incluso a aquellos jóvenes que aparentemente no tienen dudas. Ya no es sólo que un 40 por ciento dude, sino que algunos llegan a la Universidad y, una vez elegido los estudios, deciden pasarse a otros. Esas tasas de cambio no son favorables. Tratamos entonces de orientar cuanto antes para que la elección sea lo más adecuada posible.
- Ya hay fecha para la EBAU (4, 5 y 6 de junio). ¿Hay alguna novedad con respecto al año pasado?
-Afortunadamente no. Yo creo que eso es lo mejor: que no haya noticias y que se consolide la prueba. Qué va ocurrir dentro de dos, tres años no lo sabemos. Pero esperamos que lo que venga, si va a cambiar algo, se haga con tiempo suficiente para que podamos adaptarnos y no sea un cambio brusco.
- Los alumnos se quejan de la extensión del temario de Historia de España. La Consejería de Educación estaría dispuesta a "acotarlo", pero dice que la decisión es de la Universidad...
-A principios de curso se planteó con los responsables de la materia hacer un grupo de trabajo con el objetivo de ir consolidando la prueba. Insisto: eso es lo mejor porque, una vez que se consolida, genera muchos menos problemas. Los criterios para la EBAU próxima se fijaron ya en octubre, por lo que ahora este grupo está trabajando en los del próximo año. La Consejería de Educación habla por un lado de acotar, pero por otro dice que hay que cumplir a rajatabla el decreto del currículo de Secundaria y Bachillerato, que establece el temario.
- Después de la EBAU, hay que preinscribirse en una carrera. En la inauguración de las jornadas advirtió de que todos los años hay "despistes".
-Yo lo que siempre recomiendo a los estudiantes es que piensen muy bien las cosas que están haciendo y que lo hagan con seguridad. No es difícil preinscribirse: tú entras en la web de la Universidad, metes el pin y la contraseña y te aparecen una serie de pantallas para que selecciones por orden de preferencia doce estudios. En lo que insisto siempre es en los plazos. Es un proceso muy dinámico y hay un periodo de solicitud de plaza muy concreto, la fase A es del 17 de junio al 3 de julio, que sigue con las listas de admitidos. Lo más triste, que ya se ha dado algún caso, es que siendo admitidos en Medicina se olvidan de matricularse y pierden la plaza. Y entrar en la fase B ya es imposible.
- ¿Cree que los jóvenes llegan cada vez más preparados a la Universidad?
-Aquí hay una cuestión interesante. Tienen que haber cursado un Bachillerato con asignaturas relacionadas con la titulación. Eso es fundamental. Por ejemplo, a la Facultad de Biología los alumnos llegan tras haber cursado Biología y Química. Con estas asignaturas no tienen ningún problema, pero sí con Física. De hecho, en primero, tuvimos que pasar al segundo semestre la Física para que así tuviesen tiempo a estudiar Matemáticas, que les da una base adicional, y a asistir a un curso de iniciación en Física que imparte un profesor. Entonces sí vienen preparados, pero tienen que haber elegido correctamente las asignaturas de Bachillerato.
- ¿Eso pasa porque van a lo fácil para conseguir la mejor nota posible?
-Sí, a veces se hace eso: vas a lo fácil para sacar una nota buena y luego te encuentras con dificultades al empezar la Universidad. Hay que preocuparse por las notas de Bachillerato, pero también por elegir las asignaturas más adecuadas.
- ¿Llegan motivados a pesar de la merma de oportunidades laborales?
-En las carreras vocacionales yo creo que la motivación es muy grande. En otras quizá sea menor, pero más o menos se va adquiriendo con el paso de los años. Yo siempre les digo que hay que imaginarse dónde queremos estar en un futuro siendo felices. Por otra parte, en la Universidad cuidamos mucho las prácticas externas y tratamos de que la mayor parte de los estudiantes las hagan. También les intentamos transmitir que el trabajo no te viene a buscar, tienes que salir tú. Por eso, muchas veces tener trabajo depende también del empeño que ponga la persona.
- En la inauguración de las jornadas, el Rector pidió a los jóvenes no sólo formarse en inglés, sino en otros idiomas.
-Sí, el inglés ya se da por hecho y en muchas empresas piden un segundo idioma. Eso es muy importante y creo que la informática también. Las profesiones, tal y como las conocemos hoy en día, van a cambiar. Quizá la parte básica seguirá siendo la misma, pero tendremos que ir adaptándonos a las nuevas realidades y buscando competencias transversales que den valor a la titulación.
- Venda su Universidad: ¿qué mensaje lanzaría para atraer a los jóvenes?
-La Universidad de Oviedo tiene una larga tradición, es una institución con más de 400 años, que ha sido pionera en cuestiones fundamentales como las movilidades internacionales o la Extensión Universitaria, y en la que se cuida mucho la faceta investigadora que luego repercute en la docencia y en la conexión con el tejido empresarial. Todo ello redunda en beneficio del estudiantado, con el que la institución tiene un compromiso firme para que no sólo salga académicamente muy bien formado, sino que además crezca personalmente.
- El catálogo de titulaciones es amplio.
-Nuestra Universidad tiene una amplia oferta de grados que se completa con másteres, doctorados y títulos propios que permiten desarrollar todo el ciclo formativo que el estudiante desee. Y la reducción de los precios públicos de matrícula (un 25 por ciento) hará aún más atractiva dicha oferta. En la institución se fomenta también su participación tanto en el tejido asociativo como en todos los órganos de gobierno, donde sus aportaciones son fundamentales. Otra oferta destacable son las residencias, así como el programa de becas, que, gracias a la colaboración con ayuntamientos, se ha ampliado considerablemente en los últimos años. Finalmente, me gustaría destacar que la asturiana es una Universidad comprometida con la tierra a la que sirve, con su cultura, con la sociedad y con las preocupaciones que ésta tiene. Además, somos una institución inclusiva, diversa y respetuosa, donde todas las personas pueden desarrollarse en libertad.
