"En sus escritos, Feijoo pone de manifiesto la igualdad de talento y moral entre hombres y mujeres. Él era consciente de la importancia de incorporar a las mujeres a la vida social y profesional". Así concreta la vocación feminista de Benito Jerónimo Feijoo la filóloga Inmaculada Urzainqui, responsable junto a Eduardo San José y Rodrigo Olay de la edición del segundo tomo de las "Cartas eruditas y curiosas". Un volumen presentado ayer en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, que supone un nuevo y relevante jalón en esa magna obra que es la publicación de las obras completas del escritor, promovida por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Oviedo con el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo.

Urzainqui profundizó en sus conclusiones sobre la vocación feminista de Feijoo a través de la defensa que el monje benedictino hizo de la idoneidad de las mujeres para dirigir los partos, algo sobre lo que el erudito reflexiona en el texto "Uso más honesto del arte de la obstetricia", reproducido en este volumen. "Feijoo defendía la conveniencia de formar profesionalmente a las mujeres para que pudieran ejercer de comadronas", explicó, precisando que las mujeres asistían como matronas en los partos, pero que la dirección de los mismos correspondía a los médicos, varones.

Además de esta vertiente feminista, en el volumen se pone de relieve la fascinación de Feijoo por los avances científicos, y su admiración por Newton y Copérnico. "Sería difícil entender la Ilustración sin tomar en cuenta su decisivo papel para dar a conocer en España las nuevas corrientes del pensamiento europeo y abrir el camino a la crítica y el experimentalismo racionalista", subrayan los autores.

En este sentido, las "Cartas eruditas y curiosas" ponen de manifiesto el interés de Feijoo por desmontar algunas supersticiones y creencias que estaban muy arraigadas en la España de la época pero que carecían de base científica.