Una lectora de Gijón escribía hace unos días una carta al director dirigida a nuestro periódico (en este enlace puedes enviar la tuya) para reivindicar la necesidad de proteger a quienes respetan las leyes de Tráfico. A continuación reproducimos la carta por su interés.

"Derecho a la seguridad en carretera¿Cuántas víctimas inocentes tienen que morir en la carretera por culpa de irresponsables?Últimamente se escucha mucho eso de que las mujeres tienen derecho a salir solas a las calles y que no les pase nada... ¿y los conductores? ¿no hay derecho a salir de casa tranquilamente sin miedo a que un imprudente acabe con tu vida? Personalmente soy víctima, es tal el pánico que he cogido a la carretera que no puedo viajar prácticamente, ni ver familia, ni amigos... todo por el hecho de que se permite que circulen personas en condiciones no muy adecuadas.Quizás deban empezar a tomarse medidas más duras, quizás no deberían venderse coches que alcancen velocidades superiores a las establecidas por la normativa de circulación, quizás deban hacerse psicotécnicos más duros, con analíticas y cualquier prueba (preguntarle a alguien si bebe y pensar que va a ser sincero es absurdo). Quizás haya que fomentar medidas de concienciación ciudadana y si alguien ve a una persona salir de un bar bajo los efectos del alcohol dispuesto a conducir, llamar a la Guardia Civil de Tráfico.No está bien avisar de radares o de controles, ni quejarse de su existencia, son medidas correctas ante esas personas que nos pueden arrebatar la vida. Las leyes en la seguridad vial deben cumplirse y todos somos cómplices, en mayor o menor medida, de consentir que se incumplan.Salen baratos los delitos contra la seguridad vial. Si un político, por ejemplo, roba, le meten a prisión (¿no será mejor castigo devolver lo robado y con intereses? esa persona no me va a matar; o esos otros políticos, que con una inhabilitación considero que es más que suficiente). Sin embargo, aquí todos saben de personas que conducen bajo efectos del alcohol o las drogas, que conducen de manera temeraria, que suman multas y multas, o la dichosa manía de estar grabándose en vídeo mientras conducen, y ahí siguen, libres, en la calle. ¿Quién tiene que ser la siguiente víctima para que cambien las cosas en este aspecto?¿Hasta cuándo tenemos que vivir con miedo los que somos prudentes en la vida?Almudena Fernández. Gijón".