Un total de 143 enfermeros y médicos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) registraron ayer un escrito de apoyo a dos enfermeros del servicio de Cirugía Cardíaca que hace tres semanas fueron apartados de las operaciones de corazón como consecuencia del "caso de las compresas", en el que un paciente de 44 años falleció en el quirófano en unas circunstancias que están siendo investigadas por la titular del Juzgado de Instrucción 1 de Oviedo.
Los firmantes del documento manifiestan su "más absoluta disconformidad" con la medida disciplinaria contra sus dos colegas, "efectuada de forma arbitraria, abusiva e irracional", argumentan. Acto seguido, solicitan que los dos compañeros "sean reintegrados de forma inmediata en su situación laboral, con pleno respeto de su derecho al trabajo y de su dignidad profesional".
Un escrito con idéntico texto había sido firmado días atrás por diez enfermeros del área de Cirugía Cardiaca, de la misma plantilla que los apartados. En este caso, los firmantes son mayoritariamente enfermeros de quirófano y de la UVI de cirugía cardíaca, y en menor número médicos cirujanos, anestesistas e intensivistas. El documento fue registrado en la gerencia del área sanitaria IV (que es la del HUCA) y en la Dirección de Enfermería del Hospital Central.
Los dos profesionales apartados de las operaciones de corazón sostienen que su orillamiento constituye una represalia por haber declarado ante la juez que investiga el caso que se encontraron compresas en el interior de un paciente fallecido en el transcurso de una intervención quirúrgica. Ambos profesionales consideran que el olvido de dos gasas en una intervención anterior fue la causa del fatal desenlace. Y los dos han impugnado su apartamiento bajo el argumento de que fue decidido por contradecir la versión del jefe del servicio y la dirección del hospital.
