Como cada año, las diputadas y diputados de esta Junta General del Principado de Asturias, representantes de la ciudadanía asturiana, quieren manifestar una vez más su compromiso con las políticas que suponen avances decididos para la igualdad entre mujeres y hombres así como visibilizar la desigualdad que aún hoy persiste.

Hoy nadie puede dudar del avance en igualdad que se ha producido desde las primeras elecciones a la Junta General del Principado celebradas en el año 1983.

Pero avanzar no significa haber recorrido el trayecto completo, así lo puso de manifiesto la histórica manifestación del 8 de marzo de 2018 en la que mujeres y muchos hombres reclamaban una igualdad real y efectiva en todas las facetas de la vida diaria, un orden justo que termine con cualquier tipo de discriminación.

En el año 2018 47 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas, tres de ellas en Asturias. Desde que en el año 2003 se inició el registro oficial 984 mujeres han sido asesinadas.

En el año 2018 las denuncias por violación aumentaron un 22.7% provocando que los delitos sexuales sean los que más han crecido en al año 2018, datos que muestran a juicio de los expertos una pequeña parte de la realidad pues han alcanzado el convencimiento de que solo se denuncian entre el 20% y 30% de las violaciones.

Los avances conseguidos no deben hacernos olvidar que queda mucho por conseguir: erradicar el acoso laboral, romper los techos de cristal, el suelo pegajoso y cerrar la brecha salarial que sitúa a Asturias en un 29.37%, 7 puntos por encima de la media española, lo que obliga a las mujeres asturianas a trabajar 103 días más al año para igualar la retribución de los hombre. No debe perderse de vista la feminización de los sectores laborales que presentan peores salarios y menor reconocimiento de derechos de contenido laboral. Entre 2007 y 2017 un promedio anual de 2500 mujeres abandonaron su empleo en Asturias para hacerse cargo del cuidado de familiares dependientes, menores o personas mayores o para afrontar otro tipo de obligaciones familiares.

Esta realidad muestra una sociedad patriarcal sobre la que se debe actuar para cambiarla, no parece demasiado exigir que las mujeres puedan vivir libres y seguras, sin estereotipos que las invisibilicen, minusvaloren o cosifiquen, sin que nada ponga en riesgo su vida o su seguridad, sin que nada impida el ejercicio de sus derechos. Esta declaración no quiere ser un posicionamiento sin recorrido. Asturias ha contado con leyes, planes, estrategias y programas que deben ser revisados, mejorados, ampliados, dotados de presupuesto y recursos, para ser más eficaces, más participativos, para en definitiva combatir la desigualdad proyectando políticas publicas feministas que conformen una Asturias más igual para todos y todas.

En este momento en que los ciudadanos y ciudadanas están llamados de nuevo a elegir a sus representantes en las urnas queremos hacerles llegar un mensaje unánime: trabajaremos para que no haya retrocesos en lo conseguido en materia de igualdad en la búsqueda de la igualdad efectiva y en la erradicación de la violencia contra las mujeres, todo ello en sintonía con lo que de nuevo este 8 de marzo la inmensa mayoría de la sociedad volverá a expresar pública y masivamente.

Junta General del Principado, 7 de marzo de 2019.