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Paisaje después del fuego en Millera: "Estos pueblos cierran"

"Estamos aburridos, hará cinco años que no vienen a desbrozar", se quejan en el pueblo de Salas del peor incendio de los últimos días

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Incendios en Asturias: El fuego azota la zona de Llanes

"Se me quemaron los rollos de silo y el cierre de la finca. No ardimos todos de milagro", aseguraba ayer Félix Cuervo, de 85 años, uno de los seis vecinos de Millera (Salas), donde el sábado se inició uno de los peores incendios de los últimos días, que afectó a la sierra de Courío. Ayer, con los fuegos ya dominados, en parte por las providenciales precipitaciones, aún ardía la raíz de un roble que se había desprendido de una ladera sobre un camino.

Cuervo, que estuvo emigrado por varios países de Centroeuropa en los sesenta y setenta, se enteró de que había fuego el sábado de noche, cuando ya estaba en la cama. "Creí que sería poco y no me levanté, pero el domingo ardía la loma de encima del pueblo. Movíase el viento... Una vecina me dijo que fuese hasta allá porque no dominaba el fuego. Agarré una vara larga y subí para allá. Estuvimos dándole y dándole una hora, hasta que llegamos a los quemado. Unos caballos pudieron salir de entre el fuego. ¡Cómo no íbamos a pasar miedo!", relata Cuervo. "No se perdió ninguna cabeza de ganado, apenas hay. Igual hay algún animal muerto, porque andan los buitres alrededor, son los que mejor lo indican", añade.

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Paisaje después del fuego en Millera (Salas)

Cuando se le pregunta quién pudo iniciar el fuego, las respuestas se hacen evasivas. "¿Qué sé yo donde empezó? No estoy en la cabeza del que lo hizo", asegura. Unos días antes, había ardido la sierra por encima de Antoñana, a poca distancia de Millera, ya en el concejo de Belmonte. "Estamos aburridos. Estos pueblos cierran. Antes éramos aquí veinte mozos y vivíamos todos. Ahora somos seis vecinos, casi todos mayores. Ya no hay ganado, todo está lleno de cotoya. Hará cinco años que no vienen a desbrozar. No hacen cortafuegos y no cuidan nada, no sé qué gobierno tenemos. Tenemos las fieras a la puerta de casa y no se puede sacar una escopeta. Un vecino tuvo que ver cómo el lobo se le llevaba un xato sin poder hacer nada. El oso tiró más de veinte colmenas. Ya van cuatro o cinco veces que vienen y no pagan nada. No te dejan mover una rama de los caminos, hay que pedir permiso. No puedes cortar un xardón. Estamos perseguidos. No te puedes mover, ya no eres dueño de nada", se queja este hombre.

El sábado de noche, en la posada del pueblo, había varios huéspedes con niños, que lo pasaron mal ante la cercanía de las llamas, según cuenta una vecina del pueblo. Esta zona de Millera estuvo controlada por las brigadas de refuerzo con base en Tineo. En ningún caso estuvieron amenazadas viviendas, aunque sí alguna cabaña. En la parte de arriba del pueblo ardieron bastantes robles, pero sobre todo monte de cotoya. Más arriba, en una finca de caballos, quedaron afectadas las estructuras de madera para marcar a los animales. El bosque se ha vuelto negro, y el olor a quemado lo impregna todo.

El fuego saltó al otro lado de la sierra de Courío, la que da al río Narcea y afectó a localidades como Castañeo de Miranda, en Belmonte, o a la propia Soto de los Infantes, en Salas. En ambas localidades se apostaron los soldados de la sección del teniente Martínez, de la Unidad Militar de Emergencias con base en León. La vivienda por si las llamas, que estaban a unos doscientos metros monte arriba, se deslizaban hacia la vivienda, construida en 1850. "Reporta tranquilidad ver a los soldados por aquí", asegura Margarita Fernández, que recuerda una noche de humo y lluvia de hollín. "No había quien respirase, la casa se me llenó de ceniza", añade. Para estos vecinos, será difícil olvidar el pasado fin de semana.

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Incendios en Asturias: El fuego azota la zona de Llanes

Casi extinguidos todos los fuegos, tras irrumpir "Laura"

La irrupción de la borrasca "Laura" dio la puntilla a la ola de quemas que sufría la región en la última semana. A las dos de la tarde se contabilizaban siete incendios, cuatro de ellos controlados. Se esperaba reducirlos en poco tiempo, sobre todo con ayuda de las lluvias, aunque éstas no fueron muy copiosas. Hubo algún susto, como el incendio que a eso del mediodía alarmó a los vecinos en torno a la Concha de Artedo, pero se controló rápidamente. Hoy jueves las precipitaciones se extenderán a todo el Principado, por lo que puede darse por finalizada la ola de quemas.

El Principado cifra en 380 los incendios

En esta última semana se han contabilizado en Asturias un total de 380 incendios en 35 municipios, siendo el de mayor tamaño el de Soto de los Infantes (Salas), que superará las 500 hectáreas. El portavoz del Gobierno y consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, anunció en la mañana de ayer que, tras superarse el episodio más crítico, la Unión Militar de Emergencia (UME) retornaba a su base en León, tras participar de manera decisiva en el control de los fuegos que se multiplicaron desde el jueves, favorecidos por las altas temperaturas y fuertes vientos del sur. "Con el paso del Infopa al nivel 1, damos por controlada la fase de mayor riesgo", señaló. Este nivel conlleva la retirada de los medios aéreos del Ministerio de Agricultura y el regreso a su base de la UME. El portavoz no ofreció más detalles sobre el incendiario avistado en Onís mientras provocaba un fuego, aunque las primeras investigaciones apuntan a que la mayoría de los focos "parecen tener una causa intencionada".

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