Que el 8 de marzo de 2018 fue un hito histórico no se puede cuestionar, pero nos siguen sobrando motivos para que este 8 de marzo tomemos las calles y alcemos la voz. Hay que continuar en la lucha y recordar que ningún derecho nos ha sido regalado. No ha habido ni un solo derecho que se haya logrado sin una movilización, un levantamiento, un motín o una revolución y ahora no va a ser de otra manera.
Asturias es la comunidad autónoma con mayor brecha salarial, un 37,6%. Según un informe elaborado por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), el salario medio de las mujeres en Asturias ascendió en 2017 a 16.685 euros, lo que supone 6.274 euros menos que el de los hombres, la mayor brecha del país. Señalan que la brecha salarial aumenta con la edad y se intensifica en las edades donde se concentra la maternidad y el cuidado de los mayores.
El desempleo tiene rostro de mujer, 6 de cada 10 personas en paro son mujeres. En febrero, el aumento del paro se concentró exclusivamente en las mujeres, con un leve descenso entre los hombres. Es preciso frenar la brecha de género con medidas claras y contundentes, como una Ley de Igualdad Salarial que erradique la discriminación salarial y luchar contra la precariedad y la temporalidad, que se ceban muy especialmente con las mujeres. También derogar la Reforma Laboral que, con artículos como el 15, 42 y 85, ha provocado más precariedad.
Para CC OO la educación es la herramienta fundamental para llegar a una sociedad laica, igualitaria e inclusiva. Es necesario que los gobiernos promuevan un cambio en las políticas educativas para hacer efectivos los compromisos establecidos en la legislación española. Es fundamental incluir la educación feminista en la educación del profesorado, eliminar las subvenciones para aquellos colegios que discriminan a sus alumnos por sexo, incluir en los temarios la presencia de la mujer a lo largo de la historia, en campos como la ciencia, la literatura, las artes e incluso en la política?
Cada vez es más urgente situar la igualdad, la coeducación y la eliminación de violencias en el centro del debate educativo, para promover un cambio en las políticas educativas que sitúen a nuestro país en umbrales de progreso y desarrollo acorde con el tiempo social.
Debemos exigir una corresponsabilidad entre la vida profesional, personal y familiar; es decir, entre el tiempo dedicado al trabajo no remunerado (doméstico y de cuidados) y el remunerado. El reparto del trabajo no remunerado entre mujeres y hombres es un factor clave para que exista una verdadera igualdad en los ámbitos públicos: el laboral, económico, cultural y social. El 90% de las personas que se dedican a los cuidados a las personas dependientes son mujeres. Es necesario que exista un reparto de las tareas de cuidados.
Es absolutamente necesario acabar con todas las manifestaciones de la violencia contra las mujeres, aún demasiado insertas en la sociedad, que suponen el mayor ataque a los derechos humanos y la expresión más brutal de las situaciones de discriminación. Y de manera especial, en este momento, combatimos el rearme misógino de una ultraderecha que cuestiona los derechos de las mujeres, las políticas de lucha contra la violencia de género y los avances en igualdad, con grave riesgo de involución.
Para la huelga del 8 de marzo, no hay motivo para no parar, no hay justificación para no ir a las movilizaciones, no hay causa para faltar a la exigencia reivindicativa del 8 de marzo. Nos sobran los motivos para ir.
CC OO pondrá este 8-M nuestra fuerza sindical al servicio de la lucha contra la desigualdad hacia las mujeres, la precariedad en el empleo y la discriminación salarial, contra las violencias machistas y por la igualdad, reivindicaciones por las que trabajamos todos los días, en todos los escenarios en los que estamos, desde lo concreto y real. Porque la igualdad en lo económico, en lo laboral, es la puerta de entrada a la autonomía y a la libertad
Para CC OO, el trabajo por la igualdad y las reivindicaciones feministas no se agotan en la jornada internacional reivindicativa del 8 de marzo, para nosotras todos los días son 8 de marzo. Porque para que se produzcan cambios estructurales se requiere la acción sistemática del día a día, lo que solo es posible si las mayores armas de transformación social trabajan coordinadas y unidas. Y en esta línea, desde CC OO nos empeñamos en lograr avances fundamentales y garantizar su aplicación real, mejorarlos y, llegado el caso, defenderlos, siempre respondiendo a las necesidades y demandas de la sociedad y de las mujeres. CC OO hizo, hace y hará de la igualdad un camino sin retorno.
