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Azote del Gobierno y de la vieja guardia del PP

Luis Venta es el hombre de confianza en la organización regional de Mercedes Fernández, tras un breve paso por Foro

Luis Venta Cueli, en un pasillo de la Junta General. LUISMA MURIAS

La adopción de medidas disciplinarias contra Luis Venta es un golpe directo a la presidenta regional del PP, Mercedes Fernández. El segundo que recibe en el corto espacio de dos meses, tras ser descartada en enero pasado como candidata a la presidencia del Principado. El secretario general es el hombre de confianza sobre el que ha pivotado buena parte de la acción política en el parlamento regional pero, sobre todo, de la estrategia del partido desde que Mercedes Fernández asumiera el mando en las filas de los populares asturianos, desde marzo de 2012.

Veterinario de formación y jefe de servicio en excedencia en la consejería de Agricultura, Luis Venta (Breceña-Villaviciosa, 1964) fue ganando peso y galones en el PP asturiano desde que Mercedes Fernández regresó a la primera de la línea política, en el invierno de 2011. Fue uno de los primeros en marchar a Foro, cuando Francisco Álvarez-Cascos fue descabalgado por Mariano Rajoy de la candidatura popular a la presidencia del Principado, y con las mismas prisas fue de los primeros en salir del "hormiguero" en desacuerdo con las decisiones del gobierno casquista.

La relación y el conocimiento mutuo entre Mercedes Fernández y Luis Venta se remonta a casi dos décadas atrás, cuando ambos coincidieron en la Delegación del Gobierno en Asturias, ella como máxima representante del Gobierno de José María Aznar en la región y él como responsable del área de Agricultura en las oficinas de la Plaza de España en Oviedo. Hubo buena sintonía y la amistad se mantuvo incluso después de que Mercedes Fernández dejara la militancia activa en el PP para formar parte de la Sindicatura de Cuentas. La buena química les volvió a reunir en los actos de apoyo a la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos cuando Génova y el PP asturiano buscaban al "cartel electoral" para las autonómicas de 2011. Pero la decisión de Mariano Rajoy de vetar a Cascos, conocida de forma oficial un 30 de diciembre, les alejó, en un principio, porque Mercedes Fernández decidió seguir en las filas populares mientras que Luis Venta se dio de baja para engrosar el nuevo partido de la derecha.

Cuando el PP de Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal recurrió a la exDelegada del Gobierno en aplicación de la máxima "no hay mejor cuña que la de misma madera", como antídoto electoral a Foro para las autonómicas de 2012, los destinos políticos de Mercedes Fernández y Luis Venta volvieron a coincidir. Le llevó en su lista en uno de los puestos de salida y tras el congreso extraordinario que la confirmó como presidenta, después de la renuncia de Ovidio Sánchez, lo nombró vicesecretario de Organización, un teórico "número tres" pero con clara vocación de "número dos". Y es que Fernando Goñi mantuvo el puesto de secretario general por su intenso trabajo en la preparación de ese congreso pero formaba parte de la considerada "vieja guardia del PP", tan cuestionada por Francisco Álvarez-Cascos como por Mercedes Fernández.

En los siete años que Luis Veta lleva en el equipo de Mercedes Fernández ha tenido una intensa actividad tanto en el plano político como en el orgánico. En los plenos de la Junta General ha sido azote del Gobierno y, en particular, de los consejeros de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, algo de lo que pueden dar fe la ya exconsejera Belén Fernández y la actual titular de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, que le afearon en más de una ocasión la hosquedad y agresividad de su estilo parlamentario. Puertas adentro, Venta ha sido en los últimos años el brazo ejecutor del desmontaje del partido que Mercedes Fernández heredó de Ovidio Sánchez y en los últimos meses testigo de las confidencias y los momentos más críticos para su "jefa", algunos de ellos en la sede nacional del partido, en la calle Génova y con Joaquín Maroto en escena.

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