Ana María Coto Montes, profesora del área de Biología de la Universidad de Oviedo, interviene hoy, a las ocho, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en la IV Semana de la Ciencia, que organiza el periódico y patrocinan Asturagua, el Instituto de Estudios en Emergencias y Catástrofes y la Dirección General de Innovación y Emprendimiento de la Consejería de Empleo, Industria y Turismo, y que coordina Amador Menéndez, investigador del Centro Tecnológico Idoneal y divulgador científico. Entre sus principales logros está la formación y coordinación del grupo de investigación de Respuesta Celular al Estrés Oxidativo (cROS), grupo multidisciplinar formado por el equipo de investigación en Estrés Oxidativo de la Universidad de Oviedo, que ella dirige, junto con el grupo de investigación en Calidad de la Carne y Biomarcadores de Estrés del SERIDA y el grupo de investigación en Envejecimiento. En el año 2000 recibió el premio "Grande Covián" a jóvenes investigadores que concede la Fundación Princesa de Asturias. En 2011 su grupo obtuvo el segundo Premio Nacional de Medicina del Deporte por su trabajo estudiando ancianos deportistas.

- ¿Una mujer investiga de forma diferente?

-No. Existe un método científico y un abordaje objetivo y cuidadoso con el que hacer ciencia que no distingue de géneros.

- ¿Qué le ha llevado a elegir el tema de su charla?

-España es uno de los países más longevos del mundo. Un porcentaje cada vez más numeroso de la población dispondrá de muchos años una vez superada la jubilación. A la vez, es una etapa que se valora muy poco. En nuestro grupo llevamos más de quince años estudiando el envejecimiento, en animales y en humanos. Llevo casi diez años dando clase en la Universidad para Mayores de la Universidad de Oviedo (PUMUO), lo que me ha permitido conversar y relacionarme con el colectivo al que dedico la mayor parte de mi investigación, lo que resulta muy gratificante y te acerca a sus inquietudes. Las personas mayores están interesadas en conocer qué es exactamente el envejecimiento, por qué existe, qué les sucede y cómo se puede vivir la vejez sin discapacidad. Y trataré de que sea el tema de mi charla.

- ¿Cuál fue el motivo que la llevó a desarrollar una carrera científica en el campo de la biología?

-Creo que este tipo de carreras son, en la mayor parte de los casos, vocacionales. Tratar de ser científico en España es duro y hace unos años aún más. En mi caso, la obtención de respuestas a las preguntas que a lo largo de mi vida me he ido planteando ha sido siempre una necesidad. Y la biomedicina y la ciencia en general han respondido a muchas de mis preguntas.

- ¿Qué le parecen iniciativas como la Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA?

-La divulgación científica ha adquirido en los últimos años una gran relevancia, poniendo de manifiesto la necesidad de que la ciencia se integre en la realidad cotidiana de nuestro país. Iniciativas como la Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA, que permite que científicos de muy variadas disciplinas puedan mostrar sus campos de trabajo a la sociedad, son tremendamente necesarias y útiles. Estoy segura de que este tipo de ideas tienen una gran acogida.

- ¿Cuál es la causa de que las niñas se decanten menos por las carreras de ciencias?

-Yo creo que la formación se basa fundamentalmente en modelos, y los estereotipos, marcados como femeninos durante décadas, tardan tiempo en desarraigarse. Debemos diferenciar entre ciencia y tecnología. Los estudios tecnológicos no han contado hasta el momento con un porcentaje elevado de mujeres, pero no sucede esto con los grados en ciencias, que desde hace años cuentan con un porcentaje igual o incluso superior de mujeres en su alumnado. De todas formas, estos estereotipos están cambiando y poco a poco van encontrándose más mujeres en Ingeniería, igual que más hombres en Enfermería.

- ¿Quedan muchos avances por ver en los próximos años?

-El ser humano es curioso por naturaleza, lo que le lleva a descubrir. La ciencia siempre seguirá avanzando. Actualmente se está llevando a cabo una investigación multidisciplinar en muchas áreas de la biomedicina que permite abordar problemas desde diversas perspectivas a la vez e incrementa las posibilidades de éxito, por lo que creo que en los próximos años podremos ver avances importantes en este campo.

- ¿Llegaremos a ser casi inmortales?

-Sinceramente, creo que no. Todas las especies tienen una esperanza de vida media, nosotros podemos conseguir superar la nuestra, pero siempre existirá una nueva barrera que deberemos derribar. De todas formas, hoy por hoy, el ser humano no aspira a vivir para siempre, sino a que los años que pueda vivir sean satisfactorios, es decir, que pueda estar libre de dependencia. Y con ese objetivo estamos trabajando muchos grupos de investigación a nivel mundial.

- ¿Puede poner algún ejemplo?

-Nuestra investigación en estos momentos está centrada en evitar la pérdida de masa muscular en el anciano, que es una de las causas más habituales de discapacidad, y en tratar de recuperarla si ya se ha perdido. Así, la complementariedad de las investigaciones permitirá en pocos años reducir de forma muy significativa la dependencia en la ancianidad. Aumentará la esperanza de vida, pero esto no aproximará al ser humano a la inmortalidad.