El presidente del Gobierno Pedro Sánchez enarboló en Gijón esta tarde la bandera feminista que, según afirmó, porta su Gobierno y él mismo "por convicción". Sánchez, en su visita a la Casa Malva de Gijón, emblema de la lucha contra la violencia que sufren las mujeres a manos de sus parejas o exparejas, aseguró que con su parada en el barrio de Montevil ha querido agradecer a todos los que trabajan en la Casa Malva su labor de apoyo a unas mujeres vulnerables desde "un lugar pionero en España en la atención integral a las víctimas".

"Os hablo desde el corazón; para mí y para este Gobierno, acabar con toda la violencia de género es una prioridad absoluta y nuestro deber es contribuir a que en esta sociedad las mujeres no tengan miedo de quienes han sido o son sus compañeros. Si no trabajamos para conseguir esa sociedad nunca lograremos construir el futuro que deben tener nuestros niños y niñas".

Así fue la visita de Pedro Sánchez a la Casa Malva de Gijón

Así fue la visita de Pedro Sánchez a la Casa Malva de Gijón

(Puedes seguir en directo aquí el acto en Gijón de Pedro Sánchez)

Sánchez recordó que el mismo día en que "muchas mujeres reivindicaban en las calles una igualdad necesaria, el pasado 8 de marzo, moría una mujer en Madrid, otra el sábado en Estepona y la tercera el domingo. Ya son 12 las asesinadas este año; y casi mil desde que hay datos oficiales, en el 2003. El dolor de estas mil mujeres y de otras muchas que lo sufren no debe ser una crónica más de sucesos: son actos atroces de violencia de género y sólo de esa manera puede llamarse. Es un asunto nacional que nos incumbe a todos".

El presidente socialista reivindicó que no se denomine "violencia doméstica" a un dolor "que no es privado, no es una humillación privada", sino que se diga claramente que es "violencia de género, porque las palabras son importantes".

"Como sociedad no hemos conseguido como sociedad salvar la vida de mil mujeres víctimas de violencia de género pero sí queremos salvar a otras", comentó el Presidente, que recordó a Ana Orantes y su asesinato tras denunciar su situación en la televisión. "Hoy todos juntos gritamos basta ya, no queremos que haya ni una menos entre nosotras. Cuando el 8 de marzo España entera se vistió de malva lo hizo para pedirnos que avancemos y vamos a seguir sin cansarnos jamás", aseguró, al tiempo que también lamentó que "no vayamos más deprisa" en esa lucha donde la Casa Malva de Gijón ha supuesto un buen apoyo. "Es un honor estar aquí pero ojalá algún día esta Casa Malva no sea necesaria".

Tras su visita a las dependencias de la Casa, Sánchez puso rumbo a la Feria para el mitin socialista.