María del Mar Trigo Pérez, profesora de Botánica de la Universidad de Málaga, interviene hoy, a las ocho, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, en la IV Semana de la Ciencia, que organiza el periódico y patrocinan Asturagua, el Instituto de Estudios en Emergencias y Catástrofes y la Dirección General de Innovación y Emprendimiento de la Consejería de Empleo, Industria y Turismo, y que coordina Amador Menéndez, investigador del Centro Tecnológico Idoneal y divulgador científico, que hoy también presentará a la conferenciante. Trigo hablará de las amenazas que pesan sobre las islas Galápagos.

- ¿La Botánica, que fascinó a los intelectuales europeos, necesita mayor difusión en España?

-La Botánica necesita más difusión, no solo en España, sino también en el mundo. En la inmensa mayoría de los documentales los animales suelen ser los protagonistas, otras veces las formaciones geológicas o las condiciones climáticas, pero apenas podemos encontrar referencias a las plantas, a menos que se trate de formaciones vegetales características del tipo sabana o taiga.

- Da la impresión de que preocupa mucho la conservación de la fauna y que nos paramos menos en el mundo vegetal. ¿Está de acuerdo?

-Totalmente. Tal vez los animales llaman más la atención del público. Se mueven, interactúan con el medio y se comportan de una forma más próxima al ser humano. Podemos entenderlos mejor. Las plantas constituyen una forma de vida totalmente diferente. Son más estáticas y sus ciclos biológicos son más complejos. Para muchos son simplemente vegetales de los que podemos abastecernos o elementos decorativos de parques, incluso objetos de colección, pero no se dan cuenta del papel que tienen en nuestro planeta. Los zoológicos son muy visitados, no tanto los jardines botánicos.

- El cambio climático y la globalización alteran la distribución de las especies. ¿Es posible frenar esta alteración de la biodiversidad?

-Posible sí es, pero poco probable. La alteración del medio y la introducción de especies que se hacen invasoras son causas directas de la globalización. No existe lugar en la Tierra que no haya sido alterado en mayor o menor medida por el ser humano. El plumero de la Pampa ("Cortaderia selloana") es solo un ejemplo de tantísimos que podríamos citar. También se introducen animales de todo tipo que alteran la flora y la fauna autóctonas, provocan plagas y transmiten enfermedades. El calentamiento global modifica la distribución de las especies, que amplían o reducen sus áreas.

- Asturias, igual que Andalucía, cuenta con varios espacios declarados Reserva de la Biosfera. ¿Estas figuras están cumpliendo su objetivo?

-La declaración de un espacio protegido es una muy buena medida de protección pues obliga a aplicar ciertas restricciones en cuanto al uso. Los gobiernos implicados deben vigilar el cumplimiento de las directrices.

- ¿Corren peligro los endemismos de la Península?

-Un endemismo siempre es un elemento que debe protegerse, independientemente de su estatus de conservación. Los endemismos siempre han llamado la atención, no solo de los botánicos profesionales, sino también de aficionados a las plantas en general, lo cual, a menudo, supone una amenaza adicional, pues son muchos los coleccionistas que pretenden hacerse con algunos ejemplares. Afortunadamente, la fotografía digital ha sustituido en parte a la necesidad de "posesión" de estos ejemplares.

- El fuego es la gran lacra. ¿Existen recetas mágicas para proteger los montes?

-Es difícil protegerlos cuando los fuegos son intencionados. Intentar atajarlos en cuanto se producen sería la mejor medida. En tal caso, la vigilancia y la disposición de medios y efectivos de actuación sería el mejor sistema para la contención de los mismos.

- Le interesa especialmente la situación en las islas Galápagos, es curioso...

-Las islas Galápagos, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, constituyen un lugar muy especial. Es como estar en otro planeta. Es un laboratorio vivo en donde se pueden ver los procesos evolutivos tal y como los vio Darwin y en los que basó los principios de su obra acerca del origen de las especies por medio de la selección natural. Un lugar asombroso en donde aún se siguen descubriendo nuevas especies. Sin embargo, la llegada del hombre ha alterado sustancialmente estos procesos evolutivos, llevado especies al borde de la extinción, o reducido sus poblaciones hasta ponerlas en peligro crítico, como ha sucedido con las tortugas gigantes de las que tanto se habla.

- ¿Cómo colabora la Universidad de Málaga con la Fundación Charles Darwin?

-Es muy estimulante participar de alguna manera en los proyectos de regeneración y control que se llevan a cabo para intentar devolver los ecosistemas a un estado parecido al que tendrían antes de la llegada del hombre. Es la demostración de que aún somos capaces de conservar un lugar tan emblemático para las futuras generaciones. La Universidad de Málaga colabora enviando voluntarios que participan en diferentes proyectos en colaboración con la Fundación Charles Darwin, el Parque Nacional Galápagos y la ONG Galapagos Conservancy.

- Si tuviera que salvar varias especies vegetales le resultaría fácil elegir?

-Hay que conservar los ecosistemas, con todas sus especies, animales, vegetales, hongos y microorganismos. Proteger especies aisladas como tales no tiene ningún sentido.