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Tregua en IU de Asturias antes de la batalla por la confluencia

La coalición se afana en buscar un coordinador interino de consenso y en cerrar sus listas autonómicas en las alas

Vallina y Zapico, en primer término, tras la victoria en primarias. MIKI LÓPEZ

Si tras la tempestad llega la calma, Izquierda Unida de Asturias se afana en ganar tiempo y calmar ánimos tras la dimisión de Ramón Argüelles por su derrota en las primarias autonómicas. Los ganadores de las primarias autonómicas, con Ángela Vallina y Ovidio Zapico al frente, tienen como prioridad centrarse en el programa electoral, cuya elaboración estuvo prácticamente paralizada en los últimos meses, primero por las incertidumbres sobre Gaspar Llamazares y luego por el proceso para designar al "cartel electoral" al Principado. La tradicional atomización interna de la coalición da paso a una tregua antes de la batalla final sobre la confluencia con Podemos para las elecciones generales del 28 de abril.

La marcha de Ramón Argüelles pone el foco orgánico sobre Alejandro Suárez, el secretario de organización que fue el segundo candidato más votado en la asamblea que había elegido coordinador al entonces alcalde de Lena. Curtido en mil y un batallas internas, tendrá que negociar con todas las sensibilidades de la organización el nombre de un coordinador interino que concite el mayor consenso posible y lleve a IU de Asturias a su próxima asamblea. Tarea complicada porque a estas alturas quien más quien menos se ha visto salpicado en los charcos que abundan en la cuarta fuerza política de Asturias, que tiene como misión revalidar los cinco escaños que logró en las autonómicas de 2015 cuando Podemos amenazaba con engullir su espacio electoral.

Con el secretario de organización inmerso en el apaciguamiento interno, corresponde a los ganadores de las primarias impulsar la campaña electoral. Preparar el programa, cerrar las candidaturas de "Asturias por la Izquierda" en las circunscripciones del Occidente y del Oriente y perfilar las listas en los municipios donde aún están pendientes, una labor que recaerá en gran parte en el diputado Ovidio Zapico ya que las obligaciones de Ángela Vallina como eurodiputada la obligan todavía a pasar gran parte de la semana en Bruselas. Las listas de las alas se decidirán en sendas asambleas que celebrarán en esos territorios de forma conjunta IU e Izquierda Asturiana, cuyos afiliados ya pudieron votar en las primarias para la circunscripción central.

La clave de bóveda del programa electoral está clara: fijar una postura nítida en los procesos de descarbonización y de transición ecológica que no ponga en peligro ni la actividad ni el empleo industrial de Asturias ni su presente y futuro medioambiental. Pero la organización tiene por delante apuntalar una oferta electoral en la que no faltará el apoyo a la oficialidad del asturiano.

La tregua en IU de Asturias tiene su próximo frente en la confluencia con Podemos para la candidatura de las elecciones generales. Asturias fue la única federación que votó en contra de la alianza con el partido de Pablo Iglesias, que tan malos resultados deparó en 2016. Pero la competencia sobre esa lista reside en la dirección federal de Alberto Garzón, que ya ha felicitado públicamente a Juan Ponte como su candidato en Asturias tras su victoria en la votación parcial que también se celebró el sábado.

La eurodiputada Ángela Vallina, que tampoco mantiene las mejores relaciones con el equipo de Garzón, ya advirtió que la dirección federal debería mover ficha en un gesto similar al autorizado en Cataluña para ir con Esquerra, para así respetar el sentir mayoritario de la militancia asturiana. Un escenario que, al menos ahora, no se contempla en IU federal que este sábado dará el pistoletazo de salida a su campaña, sabedora de que a los críticos de Asturias tampoco les interesa forzar una "desfederalización" con las autonómicas a la vuelta de la esquina.

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