La jornada soleada de ayer, aunque menos calurosa de lo esperado debido al viento, animó ayer a muchos asturianos a disfrutar de montaña y playa, así como terracear por las grandes ciudades. En Ribadesella Greenpeace convocó a 150 voluntarios, que recogieron cerca de 2.000 kilos de madera y desperdicios de la playa de Santa Marina, aún sin limpiar desde las riadas de enero. Hoy parece que lo bueno se acaba: los termómetros se desplomarán, se cubrirá el cielo y habrá lluvias, sobre todo, a la mañana.