Claus Offe (Berlín, 1940), prestigioso sociólogo y politólogo alemán, profesor emérito de Sociología Política en la Hertie School of Governance de Berlín, ha traído a Asturias su diagnóstico crítico de observador preocupado por el futuro de la Unión Europea. Invitado al cierre del ciclo de conferencias Espacio Fundamentos, Offe enjuicia el "Brexit" como "el indicador más dramático de que algo ha ido mal" en el Viejo Continente desde aquella expectativa de felicidad frustrada que sucedió a la caída del Muro de Berlín. Con la crisis y la emergencia de las fuerzas populistas, con las elecciones europeas a las puertas, y la convicción de que nadie fuera del Reino Unido "quiere pasar por ese desastre" de la salida de la Unión, "la mayoría de los ciudadanos del continente quiere quedarse y tener una mejor Europa, una Europa más estable y democrática, pero no hay hoja de ruta que nos indique ni qué ni quién nos va a llevar a este cambio", lamenta el pensador alemán, ligado a la Escuela de Francfort de Jurgen Habermas.

Alerta Offe contra "los enemigos emergentes", fuerzas políticas que ponen en cuestión los principios de la democracia liberal "a la vez que viven de las subvenciones que el sistema les aporta, partidos populistas a los que no cabe "negarles sus derechos", pero contra los que el combate se ha vuelto complejo en esta época del imperio de las redes sociales. "El coste de propagar esta agresividad es tan bajo que cualquier idiota se puede permitir el lujo de hacerlo, y los idiotas pueden ser domésticos o internacionales. Esto supone un cambio en el entorno electoral", de modo que el único método para atajar esa emergencia de los extremismos populistas es el uso de medios políticos y "mantener el proceso político limpio".

La irrupción de Vox en la vida política española le ha enseñado, por lo demás, que no acertaban quienes vaticinaban que la Península Ibérica sería la única región europea a salvo del riesgo de la derecha extremista. "La aparición de Vox se parece mucho en potencia a lo que sucedió en Polonia, Hungría y Austria", afirma en referencia a la peculiaridad española donde opera la mezcla de la proximidad al foco africano de la emigración irregular y la emergencia del separatismo catalán. Esos dos ingredientes juntos hacen, a sus ojos, que "no se pueda excluir como posibilidad" el progreso electoral de la ultraderecha española. Al evaluar el primer factor incita a estimular una respuesta europea al problema migratorio, "para convertir lo que es una carga en una bendición"; sobre el segundo, enlazándolo con el "Brexit", remata sentenciando que "desde el punto de vista económico, es muy irracional formar un nuevo estado que no va a ser automáticamente miembro de la UE". "Los catalanes saben, como los escoceses, que para entrar en la Unión tendrían que solicitarlo", enlaza Offe, "y que eso lleva un tiempo". Que en el periodo de transición verían interrumpidos sus negocios con Europa y que eso les abocaría irremisiblemente al desastre.