La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LUIS ENCINAS PEDRAYES | Enfermero en Médicos Sin Fronteras

"El ébola no es un problema exclusivo del Congo, los riesgos de pandemia están ahí"

"Ahora mismo ya hay más de 600 muertos en el país y los contagiados pueden fallecer en menos de dos semanas si no tienen medicamentos"

El asturiano Luis Encinas Pedrayes. IRMA COLLÍN

El asturiano Luis Encinas Pedrayes, nacido en Villaviciosa, lleva desde finales del siglo pasado en Médicos Sin Fronteras y trabajando en países afectados por diversas epidemias. Tiene estudios de Enfermería y a lo largo de todo este tiempo ha prestado servicio para combatir enfermedades relacionadas con las fiebres hemorrágicas en Angola, Senegal, Liberia, Sierra Leona, Kenia, Gabón o Uganda. En la República Democrática del Congo ha estado siete veces -la última en noviembre del año pasado-, siete misiones en un lugar donde ahora mismo está activo el brote de ébola más letal de todos los que han afectado al país hasta ahora, el segundo más grave de toda la historia después del que afectó a África occidental entre 2014 y 2016. Luis Encinas ha vivido de primera mano sus consecuencias.

- ¿Cuál es la tasa de mortalidad derivada del ébola en la República Democrática del Congo?

-Este tipo de fiebres hemorrágicas se han descubierto hace relativamente poco, unos cuarenta años (1976). Al principio la tasa de mortalidad era altísima, de entre el ochenta y el noventa por ciento. Ahora hemos bajado, pero las cifras siguen rondando el cincuenta por ciento. A partir del año 2014 ya se empieza a hablar de pandemia y se toma conciencia internacional del problema, lo que permite que se empiecen a poner cada vez más recursos para frenar el avance de la enfermedad. Ahora mismo ya hay más de 600 muertos.

- En la actualidad sigue activa la epidemia en el país, ¿no es así?

-Ahora mismo se vive una situación preocupante, por no utilizar términos más dramáticos. Se trata de la epidemia más brutal que se ha vivido hasta ahora en el Congo. Fue declarada a primeros de agosto y aún no se ha controlado después de siete meses y medio. Se han registrado al menos mil casos y lo peor es que siguen apareciendo casos nuevos que no están vinculados con otros casos. Se desconocen muchas cosas sobre estas enfermedades y eso es una debilidad muy importante. Por otro lado, estamos en la zona este del país, una zona en la que el ébola no se conocía y que lleva 25 años de guerra civil, una guerra crónica. Todo esto dificulta mucho la respuesta.

- ¿Cómo son los síntomas del ébola?

-Pues hay un periodo de incubación que puede ir desde las tres horas hasta varios días. Después el paciente empieza a sufrir una fiebre muy alta y dolores de cabeza horribles. También se manifiesta con una fatiga muy grande.

- ¿Y cómo se transmite?

-Se transmite a través de los fluidos corporales, pero muy fácilmente. Por ejemplo, con el sudor. Si alguien que tiene ébola te da la mano ya te lo puede pegar.

- ¿Qué medidas toman ustedes para no contagiarse mientras trabajan?

-Depende de la exposición, pero la más simple es no tocarse, ni saludarse, ni darse un beso. Pero si vas a un pueblo al que ha llegado la epidemia tienes que tener una distancia de seguridad de al menos dos metros. En casos que ya son extremos, con pacientes confirmados, nos ponemos esos trajes amarillos con los que parecemos cosmonautas y que nos aíslan de todo. Dos pares de guantes, gafas... Nada al descubierto.

- ¿Ha habido algún contagio entre los miembros de Médicos Sin Fronteras?

-Durante esta última epidemia no, pero sí hay dos personas del país que trabajan con nosotros que se han contagiado.

-¿Cuánto puede durar alguien con ébola si no tiene acceso a medicación?

-Hay quien sobrevive con unos efectos secundarios muy graves o puedes llegar a morirte en menos de dos semanas si no tienes acceso a medicamentos. Hoy en día existen medicamentos, aunque estén en un periodo de ensayo clínico y no aseguren una curación tenemos antivirales, y eso es un cambio radical con respecto a la epidemia de 2014.

- Cree usted que hay riesgo de una pandemia mundial?

-El riesgo cero no existe. Mi lectura es que la situación no está bajo control y hay que tener mucha cautela. No estamos ante un brote en un pueblo remoto, hay exposición a ciudades grandes y a las fronteras de países como Sudán del Sur o Ruanda. No hay tanto riesgo como en otras ocasiones, pero el ébola no es un problema exclusivo del Congo.

- ¿Y qué hay que hacer para acabar con esta epidemia?

-Uno de los puntos clave es el control, y para eso es necesaria la colaboración de la comunidad, que sea parte de la respuesta. Y me explico. Es fundamental que la población local se involucre, que ellos sean los que tengan capacidad de decisión y que nosotros respetemos su cultura. A veces llegas con una estrategia y su cultura no la interpreta bien. Por ejemplo, la sangre o la muerte para ellos puede ser símbolo de algún tipo de creencia o de mito y no les cuadra nuestra labor.

- Recientemente se han registrado ataques a dos centros de tratamiento del ébola de Médicos Sin Fronteras.

-Sí. Y eso ha tenido un impacto en lo personal y en lo institucional. De hecho, hemos tenido que evacuar a todos los equipos y a más de ochenta personas.

- ¿Y quién ha sido?

-No lo sabemos, lo que hay que preguntarse es qué ha pasado para llegar a este punto.

Compartir el artículo

stats