La faceta tímida y callada del doctor Javier Mosquera no impidió que se labrase una trayectoria con nombre propio en el mundo de la medicina. Además de como defensor de la sanidad pública y firme impulsor de cirugías poco invasivas en los hospitales de Cabueñes y Cangas del Narcea, el gijonés era conocido en el sector, según sus compañeros, por su metódico trabajo en revistas especializadas y por haber sido elegido para presidir el año pasado el Congreso Nacional de Urología, un cargo con el que la asociación premia anualmente a alguno de los mejores profesionales del país. El evento se celebró en Gijón.

"Creo que son las dos mejores pruebas de lo mucho que se respetaba a Javier en el ámbito de nuestra especialidad. No presumía de puertas para afuera, pero su trayectoria ha sido impecable", aseveró Pello Fonseca, su número dos en el Hospital de Cabueñes.