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Habla la gijonesa atrapada por una gestación subrogada: "Vamos a ser ilegales en Ucrania"

Silvia Fernández y su familia están bloqueados en Kiev por una instrucción español "que es leonina"

Silvia Fernández, con su bebé en brazos, y Javier Palencia, ante el consulado español en Kiev, con sus pasaportes en la mano. LNE

Casi una veintena de familias españolas permanecen en Ucrania y Georgia, donde han ido a recoger a los hijos que han tenido por gestación subrogada, sin poder inscribir a los niños como ciudadanos españoles. Entre ellas está la formada por la gijonesa Silvia Fernández y su marido Javier Palencia, que residen en Cantabria y que el pasado 18 de febrero viajaron hasta Kiev para asistir al nacimiento de su hijo Izán, el 1 de marzo, y traerlo a España.

Las familias piden al Gobierno español que anule la instrucción que dictó el pasado 22 de febrero y que impide inscribir a estos bebés como españoles de origen a partir de una prueba de ADN que garantice su filiación. España exige ahora la sentencia de un juez, imposible de obtener en esos países. En la actual situación los padres se ven abocados a solicitar el pasaporte ucraniano para sus hijos, regresar a España e iniciar aquí los procesos de filiación y adopción. Varias de las familias -entre ellas, la de la asturiana- se concentraron ayer ante la embajada española en Kiev.

Silvia Fernández y Javier Palencia manifestaban ayer, telefónicamente, que, si el consulado no posibilita la inscripción de los niños, podrían tener que permanecer en Ucrania más de tres meses, el tiempo que podría alargarse la tramitación del pasaporte para el niño. Ambos consideran que la nueva instrucción del Estado español "no es legal, porque incumple la normativa europea" y opinan que es "leonina y está fuera de lugar".

"Nos han cambiado las reglas de juego cuando ya estábamos en el descuento del partido", se queja Silvia Fernández, que inició el proceso de gestación subrogada en 2016. La pareja pide al Gobierno español que aplique la anterior normativa a los niños gestados con anterioridad a la última instrucción. En una situación similar a la suya están otras 17 o 18 familias, según relatan, entre las que hay algún otro padre asturiano.

Ellos, como el resto de las parejas, han entregado en el consulado toda la documentación que se requería hasta ahora. "Hemos iniciado las dos vías, pero el pasaporte ucraniano puede tardar hasta 90 días y luego otros 20 días hasta la entrega. Nuestro visado caduca a los tres meses, y pasaríamos a ser ilegales, tendríamos que sacar algún permiso especial", explica Silvia Fernández. "Los hijos de españoles son españoles, por naturaleza", insiste la pareja, que vincula los cambios en la normativa a los vaivenes políticos. "Cada vez que está el PSOE en el Gobierno hay problemas", dicen. "Con la anterior instrucción era más sencillo, se tardaba 30 o 40 días. A estas alturas ya estaríamos en casa con nuestro hijo", se lamentan.

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