La traída y llevada ley de Salud de Asturias, que pondrá al día una norma de 1992 ya anticuada y superada por la realidad, logrará finalmente un amplio respaldo. PSOE, PP, Ciudadanos y Foro darán mañana el visto bueno a un proyecto de ley del Gobierno regional que ha sido objeto de abundantes enmiendas a lo largo de su tramitación parlamentaria. La ley de Salud será votada in extremis en la Junta General del Principado, en el último pleno de esta legislatura. Podemos ya ha avanzado que votará en contra, mientras Izquierda Unida asegura que aún no tiene decidido su voto.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, mostró ayer su satisfacción por el "amplio consenso" que concita una normativa "en la que se ha trabajado desde hace tres años". Del Busto precisó que el texto final recoge "aportaciones de todos los grupos parlamentarios", a los que ha agradecido su implicación.

La ley de Salud amplía la participación de los usuarios del sistema sanitario, y también sus derechos en relación con la transparencia de la información, el respeto a la intimidad, la confidencialidad, el acceso a los recursos y la autonomía de decisión. Con el fin de evitar choques con los ayuntamientos, la Consejería renunció finalmente a la vieja idea, propugnada por todos los consejeros de Sanidad de los últimos lustros, de fusionar entre sí las ocho áreas sanitarias en la que está dividida Asturias. Del Busto había manifestado al inicio de su mandato su voluntad de diseñar un mapa con "tres o cuatro" áreas sanitarias. La actual estructura fue establecida en 1984.

La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, manifestó ayer su satisfacción por el consenso alcanzado en torno a un texto "sin apellidos" que dota a la región de "un marco legal propio del que carecía desde el traspaso de las competencias sanitarias", oficializado el 1 de enero de 2002. A juicio de la presidenta popular, tras las "numerosas enmiendas" introducidas por el PP se ha elaborado un texto "sin acotaciones, sin apellidos", que deja al Gobierno de turno la posibilidad de actuar mediante decretos "en ámbitos como las lista de espera mediante conciertos abiertos a entidades privadas".

La diputada del PSOE Carmen Eva Pérez Ordieres también destacó el amplio apoyo a una norma que "viene a blindar derechos de los que ya disfrutaban los asturianos, pero que son refrendados de manera concluyente". Desde Ciudadanos, Armando Fernández Bartolomé incidió en que se trata de "una ley necesaria, que no se mete en jardines especiales y que compila legislaciones dispersas".

Por parte de Foro, la diputada Patricia García indicó que su partido votará a favor: "Aunque es una ley tibia y que prácticamente aglutina lo existente, es necesaria". A juicio de la portavoz forista, la norma "ha llegado muy tarde pese a su importancia y no es valiente, por lo que necesitará mucho trabajo en el desarrollo posterior".

Desde Podemos, Andrés Fernández Vilanova reiteró las críticas de la formación morada a la norma: "La ley de Salud es humo. Aún así, trasladamos a Adrián Barbón [secretario general de la Federación Socialista Asturiana, FSA] que votaríamos a favor si aceptan nuestra enmienda de control de conflictos de interés. Del PSOE depende". Según Vilanova, "parece que los socialistas tienen miedo a molestar a las empresas farmacéuticas y a los capos de la sanidad, y prefieren pactar la 'ley del Silencio' con el PP. Si no recapacitan, votaremos en contra".