Las quejas de la judicatura asturiana no cesan. Este mediodía ha sido la titular del Juzgado de lo Penal 2 de Oviedo, Elena González, quien se lamentó de que tuviera que suspender un juicio durante meses -el de "El Solitario" de Asturias que se celebró esta mañana- porque no funcionaba el sistema de videoconferencia al haber incompatibilidad de sistemas. "Pedí ayuda a la Dirección General de Justicia y ni me contestaron", aseguró la magistrada. Pero no solo eso. Tres veces ha escrito a Patrimonio solicitando la instalación de mesas más grandes en el estrado porque no caben los abogados de las defensas, de las acusaciones y la Fiscalía. "Voy a escribir otra vez, la cuarta", aseveró.

Las primeras quejas de la justicia asturiana por falta de medios y las penosas infraestructuras en las que se desarrolla el trabajo diario se recogieron en un informe que elaboró la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), la máxima autoridad de la Justicia en el Principado. El Gobierno regional se comprometió a subsanar las deficiencias. Pero aún falta mucho.

Después fue en público la del presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, Javier Domínguez Begega, en enero de 2018, por el frío que hacía en la sala durante un juicio. Tanto, que pidió disculpas a los asistentes, que durante cuatro horas permanecieron con sus abrigos abrochados hasta arriba y algunos incluso con bufandas.

Y ahora es la magistrada titular del Juzgado de lo Penal 2. Al final de la vista oral, a la que asistió un grupo de alumnos de segundo de Bachiller del Colegio Meres, la jueza aprovechó la presencia de los medios de comunicación en la sala para expresar su queja en público.

El juicio por dos atracos a mano armada contra Manuel Ángel Álvarez Riestra, "El Solitario" asturiano, se tenía que haber celebrado el 31 de octubre de 2018. El acusado, que estaba ingresado en el penal de El Dueso (Cantabria), había sido operado de una cadera y hacía unos meses que su estancia era permanente en la enfermería por las dificultades que tenía para moverse. Así que se solicitó que su declaración se realizara por videoconferencia.

La magistrada dio el visto bueno a la solicitud, pero cuál sería su sorpresa cuando fue imposible conectar con el centro penitenciario. Al parecer porque los sistemas eran incompatibles. Así que tuvo que suspender el juicio y fijar nueva fecha. "Un día encontramos en el pasillo a un técnico informático que estaba por aquí por otras cosas, y le pedimos que por favor echara un vistazo. Él, por su cuenta, estuvo una hora de reloj en contacto con la cárcel de El Dueso intentando contactar. Nos dijo que era un problema de incompatibilidad de sistemas y que era imposible".

En noviembre "libré un oficio a la Dirección General de Justicia para solicitar un técnico informático. No contestaron". De hecho, aún hoy no ha obtenido respuesta. Pasaban los meses y la jueza seguía con la causa sobre la mesa intentando encontrar una solución ante la falta de respuesta del Principado. Así que tuvo que librar otro oficio a la cárcel cántabra para que explicaran las consecuencias que tendría para el acusado viajar a Asturias. "Al decirme que el perjuicio no sería grave, que deambulaba pero podía caminar y que no era muy lejos, decidí que le trasladaran a Asturias", indicó la magistrada.

"Hemos podido resolver esta circunstancia y se ha celebrado el juicio, pero es que puede volver a ocurrir y si la persona no se puede desplazar, ¿qué hacemos?", planteó la jueza.

Lo mismo le ocurre con las mesas del estrado. "No caben los letrados porque las mesas son pequeñas. Remití un oficio a Patrimonio de la Dirección General de Justicia solicitando mobiliario más amplio para que puedan realizar su trabajo de forma digna. No me contestaron a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. Así que lo voy a intentar una cuarta", anunció rotunda.