El ovetense Fernando Rodríguez Miaja, uno de los últimos supervivientes del exilio español en México, cumplirá el próximo agosto 102 años. Sobrino del general también ovetense José Miaja Menat, el militar que evitó la caída de Madrid en noviembre de 1936 y el avance de las tropas franquistas.

Hace 80 años, el 29 de marzo de 1939, Rodríguez Miaja pisó México tras una azarosa huida en automóvil, avión y barco, acompañado de su tío el general, partiendo de Madrid a Alicante, y de allí a Orán y París hasta recalar en La Habana y finalmente en el puerto de Veracruz.

"Nunca un país ha acogido con tanto cariño a los refugiados", asegura Rodríguez Miaja. En el repaso a su vida recuerda con admiración la figura del presidente mexicano Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), artífice de la decisión de recibir a miles de españoles exiliados republicanos que huyeron de la Guerra Civil.

Médicos, catedráticos, ingenieros, arquitectos, profesores, artistas, músicos, escritores o periodistas, pero también agricultores, albañiles o fontaneros que contribuyeron a la modernización de México sin olvidar nunca sus vínculos con España.

"Ser viejo no tiene ningún mérito, es todo biología y genética porque he hecho de todo abusando poco; hasta fumé de joven", dice tras haber superado los 100 años. Ingeniero militar de formación, aún hoy acude a diario a la empresa de construcción que estableció en México. "Ya no me comprometo a proyectos de más de treinta años, no sea que se queden a medias", bromea.

Fernando Rodríguez Miaja no volvió a pisar suelo español hasta 1976, "cuando murió Franco", y se define como un hombre de izquierdas. "Hice la guerra luchando contra todos los "ismos", fascismo, nazismo, franquismo", agrega. Hoy se muestra preocupado por "la falta de unidad de los demócratas frente al auge de la extrema derecha".

La primera vez que se reencontró con su madre, que fue a visitarle a México, le pidió que cocinase las patatas rellenas de su infancia. Ya no le sabían igual: "Los recuerdos, los sabores, los olores mutan. Nunca recuperé el recuerdo que tenía de esas patatas", concluye.