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La rotura de una tubería deja inutilizados laboratorios y despachos en Bioquímica

"Los daños pudieron ser irreparables", afirman los científicos

Estado actual del seminario ubicado en la primera planta del edificio.

Científicos del departamento de Bioquímica de la Universidad de Oviedo se pasaron la noche del domingo achicando agua. La rotura de una tubería en el techo de la cuarta planta inundó el edificio Santiago Gascón, en el campus del Cristo, dejando inutilizados varios despachos y laboratorios. La avería afectó a todas las plantas y, en especial, a la tercera, donde se encuentran, entre otros, los laboratorios de los catedráticos de Bioquímica y Biología Molecular Carlos López Otín y Francisco Parra Fernández. Los daños, aseguran los afectados, podrían haber sido "irreparables" de no haber logrado sacar a tiempo equipamientos con material biológico de gran valor.

"Después de todo hemos tenido suerte de que no se nos hayan estropeado muchos aparatos y, en particular, los congeladores donde almacenamos material biológico insustituible. De haberse afectado este tipo de aparatos las pérdidas hubiesen sido irreparables", aseguran investigadores de este departamento. El motivo de la inundación fue la rotura de una tubería de agua caliente, que afectó a todas las plantas del inmueble. Los profesores tuvieron que achicar agua durante toda la noche y proteger los aparatos eléctricos para que no se produjese un cortocircuito, evitando así daños mayores.

Tres días después del incidente, ya no queda agua en el suelo, pero algunos laboratorios han quedado inutilizados. De hecho, sigue arroyando agua del techo, según explican los afectados. La imagen de algunas salas es desoladora, con plásticos colgando del techo y destrozos en el suelo. Laboratorios, como el de Virología Molecular, tardarán tiempo en recobrar la normalidad. Todo dependerá del tiempo que la Universidad de Oviedo tarde en acometer las reparaciones pertinentes. Precisamente hoy el Rectorado se reunirá con los responsables de Bioquímica para evaluar los desperfectos.

De cualquier forma, el equipo decanal liderado por Santiago García Granda destaca que "la inundación no afectó a ninguna parte importante de las instalaciones docentes ni de investigación, desarrollándose la actividad en la jornada de ayer con normalidad".

Se da la casualidad que la avería se ha producido en el edificio donde el científico Carlos López Otín tiene despacho y laboratorio, concretamente en la tercera planta. El prestigioso científico denunció el pasado mes de enero una campaña de "acoso insoportable" a raíz de la retirada de ocho artículos de investigación de la revista "Journal of Biological Chemistry".

A ello hay que sumar el virus que obligó en mayo de 2018 a sacrificar 6.000 ratones del bioterio del campus del Cristo, el 70% de ellos pertenecientes al equipo de Otín. Estas instalaciones ya realizan su actividad "con absoluta normalidad", según señaló recientemente el Rectorado.

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