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Última sesión parlamentaria antes de las elecciones autonómicas

El Presidente cierra la legislatura dejando claro el desencuentro con Podemos y Foro

Mercedes Fernández (PP) revela que propuso a Javier Fernández un Gobierno de coalición

La última sesión de la legislatura en la Junta, la que echó el telón a cuatro años de imposibles acuerdos y plenos broncos para un Gobierno socialista en minoría, concluyó como un resumen de trazo grueso del último mandato. Desfilaron por el hemiciclo los temas habituales (la Asturias demográficamente decadente, amenazada por la transición energética y la falta de competitividad), se aprobaron dos leyes (Salud y Juventud) y también dos dictámenes de comisiones (el de investigación sobre los geriátricos del Principado y la pobreza). Hubo cortesía política entre socialistas, populares, IU y Ciudadanos, pero tensión con podemistas y foristas. Y para colmo, la renovación de la Sindicatura de Cuentas terminó en batalla, con Podemos levantándose de la sesión y denunciando las artes de la "vieja política". El presidente de la Cámara, Pedro Sanjurjo, cerró con un discurso conciliador: "Tejer acuerdos es el mandato que hemos recibido; es preciso cuidar y prestigiar el valor de nuestras instituciones", dijo. Solo él recibió el aplauso unánime.

Un Pleno en el parlamento es una interminable sesión de discursos tediosos con algunos momentos brillantes. Hay fontanería que se negocia ante un café o en los pasillos, hay idas y venidas de diputados teléfono en mano amarrando crisis instantáneas o pactos in extremis. El veto de Podemos a la designación de los síndicos era, ayer, el elemento de tensión parlamentaria del día; el titular, en cambio, estaba en la despedida del presidente del Principado, Javier Fernández, en el último turno de preguntas.

El Presidente suele dar chispa parlamentaria. Ayer la despedida parecía de guante blanco: el PP, Ciudadanos e IU le pedían a Fernández un balance de legislatura. El Presidente aprovechó tres preguntas en una sola respuesta: "Esta legislatura ha sido esperanzadora en lo económico por el crecimiento en los últimos cinco años, en especial, los dos últimos; fortalecedora en lo social, y razonable en lo político, si consideramos la fragmentación y la animosidad que existía en esta cámara al inicio de la legislatura", dijo. El más puro estilo del Presidente: seco, directo, escueto, resumido, claro.

Mercedes Fernández, la presidenta del PP que se sabe de salida, aprovechó la réplica para quedarse con lo bueno, y recordó la audaz posición que supuso que los populares apoyaran en dos ocasiones (una esta legislatura) las cuentas de los socialistas. Incluso reveló que llegó a plantear un Gobierno de coalición con el PSOE: "Nunca en la historia del parlamentarismo asturiano había habido acuerdos PP-PSOE", dijo. Y se despidió con agradecimiento: "Todos sabemos lo que todos pasamos", le dijo al Presidente.

Con Ciudadanos hubo respeto mutuo y discrepancia, y con IU promesa de diálogo futuro (no en vano la coalición suele ser interlocutor para los socialistas). Pero con Podemos y Foro, Javier Fernández no se amilanó ni tuvo freno. Los podemistas afearon al Presidente que no hubiese resuelto los graves y clásicos problemas de Asturias. Y que no hiciera autocrítica con la corrupción. Fernández entró al detalle, pero repartió estopa hacia un partido que, a su juicio, ha impedido los acuerdos de la izquierda en Asturias: "Lo que traen hoy aquí les interesa electoralmente; lo comprendo, porque sus expectativas menguan día a día en las encuestas". dijo Fernández. "A la política le pasa lo que al amor, que no aguanta la decepción; eso les ocurre a ustedes", afirmó para luego espetar a los podemistas que "el voto a Podemos se cura con la edad", al referir que su electorado solo se mantiene entre los menores de 25 años. Fueron las acusaciones de Podemos sobre la corrupción las que encendieron al Presidente: "Usaron la corrupción para tratar de expulsar de la vida pública a sus oponentes, ensuciando reputaciones". Incluso recordó las críticas podemistas a su vivienda personal: "Mi mujer y yo trabajamos toda la vida para tener una casa, sin piscina, no como la de los señores Iglesias y Montero cuando entraron a formar casta en Galapagar".

Como Harpo Marx

La más ácida crítica de Fernández fue al portavoz de Foro Asturias, Pedro Leal, quien intervino para ironizar sobre la presunta actividad última de Fernández en defensa de los intereses de Asturias frente a una legislatura de inoperancia. "Lo hace por despecho" hacia Pedro Sánchez, vino a decir Leal.

Javier Fernández estalló: "Usted habla por boca de ganso, le veo y la sensación que tengo solo me pasaba con Harpo Marx, el mudo de los hermanos Marx", dijo. Y un recado a Álvarez-Cascos, quien para Javier Fernández está tras toda intervención de Foro Asturias: "Hice una apuesta política en mi partido y la perdí, pero nunca encabezaré un cisma", refiriéndose a la fractura que el exministro sí originó en el PP. Y otro más: "Todos los Tiranosaurios de mi época están extinguidos, salvo algunos que mueven la cola esperando una coalición que les salve". Y retó a Leal a mostrar si su intervención tenía subrayados y notas del propio Cascos. "En política, como en el teatro, hay de todo: galanes, villanos vedetes, y también figurantes. Y bufones. Usted sabrá en qué grupo está".

En los pasillos, el Presidente sentía cierto sabor amargo por los "zascas" en su despedida. Pero tras este azaroso mandato la verdad es que más de uno se los esperaba.

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