Casi un año después de que se anunciara algo tan inusual como el retiro temporal de un obispo aún joven, todavía no se conoce cuál será su destino. El pasado mes de enero, Raúl Berzosa, antiguo obispo auxiliar de Oviedo, dejó de ser titular de la diócesis de Ciudad Rodrigo de forma definitiva. Lo más sustancioso que se ha difundido hasta ahora no aporta demasiada concreción, pero puede tener una cierta dosis de pronóstico cierto: su destino futuro podría ser un país africano en la función de nuncio (denominación que reciben los embajadores del Vaticano en los diversos países). Al menos, esto es lo que ha apuntado "Infovaticana", una página web especializada en información religiosa.

El Papa Francisco aceptó hace dos meses y medio la renuncia presentada por Berzosa, quien llevaba siete meses retirado del cargo, en un "periodo de reflexión y renovación espiritual", según informó la Conferencia Episcopal Española, que no precisó dato alguno sobre los motivos de la renuncia.

Raúl Berzosa Martínez (Aranda de Duero, Burgos, 1957) fue designado obispo de Ciudad Rodrigo en febrero de 2011. Antes, había sido durante seis años obispo auxiliar de Oviedo. En junio de 2018, el Papa le concedió retirarse durante algún tiempo por "motivos personales" del gobierno de la diócesis. Más tarde, el Pontífice aceptó "simpliciter" esta renuncia. Esta expresión latina viene a significar que no existe ninguno de los motivos contemplados en el Código de Derecho Canónico jubilación, salud... para justificar una decisión de esta naturaleza.

En algunos ámbitos se mencionaron posibles interpretaciones distorsionadas derivadas de la cercanía de Berzosa a dos mujeres -madre e hija- que en su día le ayudaron en el cuidado de su madre. Sin embargo, nadie ha concretado más sobre esta cuestión.