La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los padres, locos por disfrutar del permiso de 8 semanas "para apoyar a la pareja"

Los trabajadores autónomos y quienes tuvieron hijos el pasado fin de semana se lamentan de no haber entrado en el club de los "afortunados"

Los padres, locos por disfrutar del permiso de 8 semanas "para apoyar a la pareja"

El permiso de paternidad ampliado a ocho semanas entraba en vigor ayer lunes y en las maternidades asturianas, a la alegría de ser padre, se unía la perspectiva de disfrutar de dos meses de vacaciones, eso sí, "para apoyar a la pareja". Quienes fueron padres el pasado fin de semana no se cortaban en calificar de "afortunados" a quienes podían disfrutar de tres semanas más de permiso de paternidad -hasta ahora eran cinco-, y los autónomos ponían cara de resignación: "Nosotros no podemos cogerlas".

Arriba, José Fernández del Valle a las puertas del Hospital San Agustín de Avilés; a la derecha Enol Martínez, padre de gemelas en el HUCA. En la fila de abajo, Byron Canaguí a la izquierda y Gonzalo Entrialgo a la derecha.

Uno de los que disfrutará del permiso de ocho semanas es José Fernández del Valle, que ayer estaba radiante. Acababa de ser padre por segunda vez de su hija Nela, un bebé que pesó 3,150 kilos. "Le dije a mi mujer -Rosa Luz Cotarelo Castro- que aguantara unos días, que no llegaba el permiso", indicó el joven con una sonrisa, casi una hora después de que su mujer diera a luz en el Hospital San Agustín de Avilés.

"El permiso -de paternidad- viene muy bien. Me permitirá disfrutar de la cría y echar una mano en casa. Así también podré llevar a la mayor, Noa, al colegio -tiene 12 años- y estar más tiempo con ella. Veo muy bien este tipo de medidas porque la madre necesita mucha ayuda después del parto", señaló Fernández del Valle, que ya está disfrutando desde ayer de las dos semanas obligatorias. "Las otras seis semanas serán cuando quiera", añadió.

En el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, el guatemalteco Byron Canaguí esperaba ayer la llegada de Adrián, su primer hijo. Canaguí -que probablemente hoy ya sea padre- calificaba el permiso de ocho semanas de "estupendo, un gran beneficio", porque permite "apoyar a la pareja que está pasando un momento muy delicado". En Guatemala, al parecer, no se estilan estas facilidades. "Allí hay veces que ni te dan el día cuando eres padre", aseguró. Otro que también esperaba era el ovetense Carlos Álvarez, en su caso una niña. "Me parece perfecto este permiso ampliado; el que lo pueda disfrutar, porque yo no puedo, soy autónomo. No puedo perder días de trabajo", indicó con cierto nerviosismo por la llegada de su pequeña.

El decreto que estableció las ocho semanas de permiso de paternidad -que se ampliarán con el tiempo a 16 semanas, siempre que lo ratifique el Congreso- es explícito: solo lo disfrutarán los padres de los niños que hayan nacido a partir del 1 de abril.

Por eso se comprende el relativo chasco de algunos padres, como el gijonés Gonzalo Entrialgo, de 45 años, que fue padre el domingo, de madrugada. "Las ocho semanas son un gran avance, me tendré que conformar con las cinco que había hasta ahora", aseguró, sin perder la sonrisa. En su caso, las cinco semanas le permitirán ayudar a su mujer, que además tuvo un parto por cesárea. "Además, tenemos otro hijo y hay que contribuir mucho en casa, los permisos son una gran ayuda", añadió.

Por partida doble

Otro padre al filo era el langreano Enol Martínez, de 29 años, padre de dos niñas, Llara y Celia, a la que su pareja, Patricia Fernández Rozas, dio a luz el sábado. En su caso no pierde la esperanza de que le concedan las ocho semanas de permiso. "Vamos a mirar a ver si hay manera. Los permisos me parecen geniales, pudiendo disfrutarlos", aseguró. En el caso de este camionero, sin embargo, la cosa se ha torcido un poco. "En el trabajo me dijeron que cogiese los días de vacaciones y que me extinguían el contrato. No me preocupa mucho porque hay trabajo para los camioneros", aseguró. Las malas lenguas aseguraban que incluso hubo algún padre que retrasó la inscripción de su hijo para poder disfrutar de tres semanas más de permiso...

Preguntas clave

Los niños nacidos a partir de ayer, uno de abril, vendrán con un montón de días extra bajo el brazo para su padre. Llega el permiso de paternidad de ocho semanas que, además, irá aumentando progresivamente durante los próximos años hasta llegar a las 16 semanas de asueto. Solo para asalariados, eso sí, los autónomos están excluidos.

¿Cómo funciona?

Las dos primeras semanas del permiso deberán de disfrutarse de forma ininterrumpida tras el parto. Para las seis restantes podrá elegirse cualquier otro periodo. Pueden, incluso, partirse y tomarse en varias tandas. Eso sí, tiene que ser antes de que el hijo o la hija cumpla el año de vida. Más allá se pierde el derecho a esos días.

¿Qué condiciones tiene?

El premiso será retribuido al cien por cien, y, además, tiene que ser intransferible. Es decir que si el padre, por las circunstancias que sean no los disfruta, no podrá ceder esos días a la madre.

¿Es definitivo?

Aunque el decreto entró en vigor ayer y por lo tanto puede que ya haya padres que lo estén disfrutando, su continuidad depende de que sea convalidado o no por la Diputación Permanente del Congreso (el órgano que funciona al estar disuelta la Cámara). Precisamente, está previsto que esa diputación se reúna mañana miércoles. Por lo que si es tumbado podría estar solo dos días en vigor. Si el decreto sufre un traspiés, un escenario que el Gobierno no contempla, los padres que hayan tenido un hijo estos dos días serán los únicos que disfruten de esas ocho semanas de permiso de paternidad.

¿Se ampliará?

Ese es el objetivo. Aunque se hará de forma progresiva. Este año el permiso será de 8 semanas, que serán 12 en 2020 y 16 en 2021, igualándose así al de maternidad. Una vez equiparadas, las seis semanas posteriores al parto serán obligatorias e ininterrumpidas, y las diez restantes podrán distribuirse antes de que el bebé cumpla el año.

Compartir el artículo

stats