La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La guía secreta de Asturias

Paseo tranquilo hasta el molín de Peón

La senda verde Foyoso, que va desde Felechosa a El Pino, en el concejo de Aller, - es un tramo tan sencillo como bello que enlaza con la ruta de las foces del Pino

El río Valmartín, a su paso por el antiguo molín de Peón, hoy centro de alevinaje de truchas. ANA PAZ PAREDES

Vivimos días de sorpresas en cuanto al pronóstico del tiempo. Sin embargo, entrados ya en el mes de abril, y pensando en días de sol, luz y temperaturas oportunas, bueno es contar con algunos paseos sencillos, sin grandes complicaciones, adecuados para los que gustan de recorrer pueblos, pero, al mismo tiempo, un poco el paisaje y la naturaleza en los que se levantan. Un buen ejemplo para disfrutar, si se está por tierras alleranas, es la senda verde Foyoso, que se puede hacer tanto de Felechosa a El Pino, como a la inversa. En el caso que nos ocupa el paseo se inicia en la localidad de Felechosa, partiendo del lugar en el que se encuentra el panel informativo que habla sobre esta senda.

Resulta de interés saber que en el centro del pueblo está bien visible la oficina de información turística. Por otro lado, a cualquiera del pueblo que se le pregunte, a buen seguro indicará dónde empieza, tras dejar atrás el puente que cruce sobre el río La Braña. Los apenas dos kilómetros se desarrollan a lo largo de un tramo senderista sencillo, si bien es cierto que por momentos falta algún que otro madero que forma parte de la valla que, en buena parte del recorrido, separa el sendero del lado del río. Por otro lado, y si hace calor, se agradece la sombra de los árboles que habitan el bosque que se atraviesa en buena parte del trazado.

En apenas media hora se llega al destino. Un rincón con mucho encanto y que forma el río Valmartín que, aguas abajo, pasa y alimenta al que durante años fue conocido como el molín de Peón. Parece ser que este fue levantado a finales del siglo XIX sirviendo, además de como molino, también de batán. Con el paso de los años se convirtió en una minicentral hidroeléctrica, hasta que finalmente se cerró allá por los años cincuenta. En la actualidad es un centro de incubación y alevinaje de truchas que está gestionado por la Asociación de Pescadores "El Maravayu". Los que quieran detenerse un rato antes de continuar cuentan con una pequeña área recreativa junto al río que, sin duda, se agradece.

Los que deseen seguir hacia el pueblo de El Pino, con buenos ejemplos de casería asturiana de la zona, así como de varios hórreos y paneras de interés, llegarán en poco tiempo tras dejar atrás, por ejemplo, la "fuente de la Salú". El regreso a Felechosa se puede realizar tomando el camino real, que, de nuevo, nos llevará al punto de partida. Para los más andariegos decirles, eso sí, que a partir del molín de Peón sale otra ruta, de unos 8 kilómetros ida y vuelta, conocida como la de las foces del río Pino; un angosto desfiladero de roca caliza plagado de cascadas y de rápidos y que fue nombrado, en 2001, Monumento Natural de Asturias. En breve, también en esta página.

Compartir el artículo

stats