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Psiquiatras, psicólogos y usuarios rechazan la vuelta del electroshock

"No hay evidencia de que sea efectiva en la esquizofrenia", dicen quienes se oponen a una terapia que el Principado quiere restaurar

Psiquiatras, psicólogos y usuarios rechazan la vuelta del electroshock

Varios colectivos de profesionales y usuarios de la red de salud mental han manifestado su radical oposición al plan de la Consejería de Sanidad para que la sanidad pública asturiana vuelva a implantar la terapia electroconvulsiva (TEC), también denominada electroshock o electrochoque. "No hay evidencia de que la TEC sea efectiva en la esquizofrenia en general y por lo tanto no se recomienda su uso en esta población", señalan los firmantes de un comunicado dirigido al Departamento que encabeza Francisco del Busto.

El mismo documento añade que el electroshock no ha demostrado ser efectivo "a largo plazo en el tratamiento de los trastornos depresivos" y, sin embargo, sí existen datos que permiten afirmar que "produce pérdida de memoria y deterioro cognitivo tras su administración" y esto "puede causar una angustia considerable" a las personas a las que se administra.

Ocho entidades firman el documento. Cuatro están integradas por profesionales de los servicios psiquiátricos: Asociación Asturiana de Salud Mental-AEN, Foro Psicoanalítico de Asturias, Sociedad de Psicología Clínica de Asturias y Asociación de Enfermería de Salud Mental de Asturias (AEESME). Las otras cuatro son de familiares y pacientes: Afesa Asturias, Hierbabuena, Asociación de Bipolares de Asturias (ABA) y Plataforma por la Salud y la Sanidad Pública de Asturias.

El plan de la Consejería prevé comenzar a aplicar terapia electroconvulsiva en el Hospital Monte Naranco, de Oviedo. Al igual que en el resto de España, esta técnica dejó de emplearse en Asturias hace lustros. Se trata de un procedimiento muy denostado en los últimos tiempos, debido a que se utilizó, entre otras finalidades, para aplicar electroestimulaciones en los testículos a los homosexuales, considerando que ésta era una forma de "curación". También se administró en algunas cárceles y como medida de presión para que los criminales contasen la verdad. Sin embargo, desde determinados sectores de la psiquiatría se ha propugnado la necesidad de recuperar la electroestimulación en el sistema público, ya que "es una técnica que salva a muchas personas de un final trágico", en palabras de Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo.

El documento enviado a la Consejería de Sanidad argumenta que el Plan de Salud Mental 2015-2020 del Principado no hace "mención alguna al uso de TEC en el sistema público de salud, una técnica que sigue siendo muy controvertida". Los colectivos firmantes señalan que las guías clínicas "admiten únicamente el empleo de la TEC cuando previamente se han proporcionado otras opciones de tratamiento alternativas, y éstas han resultado ineficaces". Además, precisa el comunicado de profesionales y usuarios, los protocolos en vigor plantean el uso del electrochoque "en circunstancias muy restringidas, como el tratamiento a corto plazo de los síntomas graves y potencialmente mortales de personas con catatonía, episodio maniaco prolongado o severo y depresión severa resistentes al resto de alternativas terapéuticas".

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