Una gran granizada cubrió de blanco en pocos minutos partes del centro de la región ayer por la tarde, dejando bolas de hielo de hasta dos centímetros y acompañada de fuertes truenos y enormes relámpagos. Fueron pocos minutos, pero tan intensos que muchos llegaron a asegurar que nunca habían visto cosa similar.

Ángel Gómez, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en Asturias, explicó que este fenómeno se debió a que "unas nubes convectivas pequeñas se intensificaron notablemente al cruzar en dirección Este-Noreste las sierras de Belmonte de Miranda y de Yernes y Tameza". Se formó entonces lo que técnicamente se denomina una celda convectiva que alcanzó los 9 kilómetros de altitud en su cima y un espesor en la vertical de siete, "llegando a alcanzar estructura de supercélula (como se llama cuando se produce rotación en sentido ciclónico en su interior)". Esta supercélula cruzó el Principado en dirección Este-Noreste pasando por encima de Oviedo hasta Ribadesella, y descargando precipitación intensa y granizo, con aparato eléctrico. Pero al desplazarse la supercélula rápido en dirección Este-Noreste "no se llegaron a acumular cantidades importantes de precipitación sobre el mismo lugar", indicó Ángel Gómez.

Eran aproximadamente las ocho de la tarde cuando el granizo cayó sobre Bimenes y Nava con una fuerza que sus vecinos no recordaban haber visto antes. "Eran bolas como canicas, de unos dos centímetros de diámetro", destacó el naveto Alejandro Pidal, que temió que el granizo le pudiera romper la luna del coche y buscó refugio bajo un árbol para minimizar los impactos. Bastaron unos minutos para que la calle quedara cubierta como si hubiera nevado. A quienes les pilló por la calle tuvieron que refugiarse en los portales.

María Sánchez, de Nava, asistió desde casa al espectáculo: "Nunca vi una cosa igual, fue sobrecogedor", y Jaime Fernández contó que tuvo que refugiarse con su furgoneta debajo del puente de la vía del tren en el mismo concejo. Acostumbrado a conducir "en condiciones muy adversas", ayer aseguró que temió que "rompiera la luna" de su vehículo. "Fue bestial, y la carretera era una pista de patinaje", aseguró.

Félix Vallina y Pilar Turbón describieron cómo "un montón de coches" tuvieron que parar a la entrada de los túneles de Riaño. "Nunca habíamos visto algo así", afirmaron.

El alcalde de Nava, Juan Cañal, apuntó que la granizada tuvo más intensidad en la parte de Piloñeta y La Puente Arriba que en otras como El Remediu, donde estaba él en ese momento. Por fortuna, no hubo que lamentar incidentes, confirmó.

El regidor de Bimenes, Aitor García, también dejó constancia de la tormenta de granizo que cubrió en poco tiempo, por ejemplo, Martimporra, mientras en esos mismos momentos lucía el sol en otros lugares como Santa Gadía.

En Siero la tormenta fue eléctrica y cayó más lluvia que granizo, como en Gijón y Oviedo. En Piloña pasó de forma bastante fugaz y los truenos se escucharon a lo lejos en Infiesto, pero en Parres fue más virulenta.

Los vecinos de Arriondas destacaron la intensidad con la que pedriscó y la fuerza con la que golpeaba contra las ventanas. En poco tiempo también cubrió la calle. "La granizada fue gordísima", confirmaron.