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Esperanza para Dani Suárez: inicia hoy un nuevo tratamiento contra la leucemia

"Tengo ganas de empezar, ponerme cuanto antes y a por ello", señala el joven entrenador, abrumado por la lluvia de mensajes de ánimo y de apoyo

Daniel Suárez, ayer, en el HUCA, tras conocer la buena noticia.

"Tengo ganas de empezar, ponerme cuanto antes y a por ello". Con estas palabras mostraba ayer Daniel Suárez Álvarez, entrenador del C.D. Romanón, su satisfacción por la aprobación del nuevo medicamento que abre un nuevo camino de esperanza a su tratamiento contra la leucemia. La buena noticia llegó un día después de contar su caso en LA NUEVA ESPAÑA. El medicamento, de nombre Inotuzumab, es un tratamiento de inmunoterapia con el que espera tener otra oportunidad para seguir luchando contra la enfermedad. El problema era que no se fabricaba en España, y para que se lo facilitasen necesitaba la aprobación de la Comisión de Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios (CURMP).

La espera parecía que iba a ser larga, sobre todo teniendo en cuenta el parón que supone la Semana Santa. Todo indicaba que la burocracia impediría que la medicación llegase antes de la próxima semana. Pero su insistencia, la de su familia y todo el apoyo social que ha tenido han servido para agilizar la aprobación, y ayer hacia la una de la tarde, Dani -así lo llaman en el Romanón- supo que el medicamento llegaría unas horas más tarde de Madrid, donde una farmacéutica norteamericana lo tenía depositado en previsión. A lo largo de la tarde de ayer, las enfermeras del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) lo estuvieron preparando para poder administrarle el medicamento con garantías por la mañana. Será un ciclo de tres sesiones, después del cual habrá de esperar cómo reacciona su cuerpo. En el caso de que su respuesta inmunitaria sea buena, tendrá varios meses para probar con nuevos tratamientos que puedan combatir la leucemia.

A Dani le diagnosticaron la leucemia el 31 de julio de 2017. Entonces, tras varios ciclos de quimioterapia y un trasplante de médula, pareció curarse en un primer momento. En febrero de 2018 le dieron el alta, pero un año más tarde, en una revisión, se le volvió a detectar la enfermedad. El 20 de febrero de este año quedó ya ingresado en el hospital, y desde entonces le han aplicado ya dos tratamientos, pero ninguno de ellos ha sido eficaz. Los presagios no eran buenos, pero la semana pasada surgió la posibilidad del medicamento esperanzador. Tras una analítica, el pasado jueves supo que cumplía con los parámetros para someterse al nuevo tratamiento, pero faltaba superar la barrera burocrática. Finalmente, llegó la autorización, y Dani ya puede empezar una nueva batalla contra la enfermedad.

Ahora, contento con el nuevo tratamiento, solo tiene palabras de agradecimiento con toda la gente que lo apoyó, y que se acordó de él una vez que trascendió su situación. "Ayer -por el martes- fue una locura, el móvil no me daba para contestar a todos los mensajes", señaló. Contactaban con él por las redes sociales, le mandaban mensajes al móvil, le llegaban vídeos de gente conocida. "Toda la gente de la Pola me escribió un mensaje; mis amigos me preguntaron qué podían hacer, qué podían mover para que fuera un poco más rápido, fue toda una locura", explicó.

Esta respuesta de la gente fue muy satisfactoria para él. "Todo suma, y ver que tienes ese apoyo está muy bien, estoy agradecido con todo el mundo por lo que empujó", resaltó.

También su padre, Kike Suárez, se mostró muy agradecido con todo el apoyo recibido. "La gente estaba preparada para hacer, manifestaciones, cadenas humanas y muchísimas cosas, todo el mundo apoyó a todos los niveles; gente incluso que no te conoce de nada y que te llama para decirte que si puede hacer algo", dijo.

Y llamó a reflexionar sobre la sanidad pública, el tremendo coste de la hospitalización y los tratamientos al que de otra manera no tendrían acceso.

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