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Los "Airbnb de la comida" no triunfan en la región frente al "boom" de los pisos

Los principales portales web que ofrecen menús en casas particulares, a los que atacan los hosteleros gallegos, acumulan solo trece entradas

Los "Airbnb de la comida", plataformas digitales en las que particulares ofertan menús en sus casas o sirven recetas a domicilio, no acaban de despegar en Asturias. Al contrario de lo que sucede con los alquileres turísticos, que ya suben a 2.545 en toda la región, los anuncios gastronómicos en portales web, como "Eatwith" o "Linkinfood", son todavía escasos. El sector hostelero no da todavía palmas, porque teme que sea cuestión de tiempo que las modas cambien. En Galicia, por ejemplo, los empresarios ya han empezado a alzar la voz contra unos negocios que consideran "totalmente ilegales". Los acusan de "competencia desleal" al operar al margen del mercado laboral y de los controles sanitarios. En el Principado prefieren guardar silencio de momento, aunque creen que la Administración debería intervenir en el momento que los "chigres caseros" repunten.

Con la expansión de la economía colaborativa por el sector del transporte -el caso de Blabacar- y el turístico -Airbnb-, la conquista del espacio gastronómico era esperable. En Asturias operan portales como "Eatwith", en la que particulares abren las puertas de sus pisos para ofrecer a vecinos y a turistas menús cerrados a precios variados. Por 22 euros un usuario de esta web ofrece en Gijón un suculento menú: aperitivo de queso de cabra, uvas y pistachos, montaditos de berenjena, queso y cebolla caramelizada, canelones de calabacín y salmón con salsa de curry, cous cous de pollo marinado con mango y, de postre, tarta de queso. También en la región funciona la plataforma "Linkinfood", orientada más a la venta a domicilio. En ella se ofrecen para esta Semana Santa platos de lentejas, fabada, estofado de ternera, pasta a la carbonara, merluza con patatas, empanada de atún o ensaladilla rusa por tan sólo 2,50 euros.

Pese a ello, lo cierto es que la actividad de los asturianos en los llamados "Airbnb de la comida" es todavía muy baja: sólo dos entradas en "Eatwith" y doce en "Linkinfood". Una de las razones puede ser que trabajar con comida implica más riesgos que ofrecer una habitación. Hay que tener en cuenta que los cocineros particulares emplean materia prima que no pasa ningún tipo de control a diferencia de en los restaurantes, sometidos a duras inspecciones. El sector cree por tanto que hay que vigilar de cerca este negocio incipiente, que podría "explotar" como lo hicieron los alquileres de pisos piratas. Fruto de la presión de los empresarios, la consejería de Empleo y Turismo lanzó en 2016 una regulación específica para controlar la actividad de los arrendamientos ilegales. En la Consejería están dadas de alta a día de hoy -aunque algunas están en tramitación- 2.545 viviendas, de las cuales 1.178 son de uso turístico, es decir casas rurales, y 1.367 son vacacionales -pisos que lo propietarios pueden alquilar en su conjunto o por habitaciones-. Es la primera vez que los pisos adelantan en número a las casas.

Cámaras de vigilancia

Precisamente esta semana saltaba la polémica de que Airbnb permite a los anfitriones de viviendas turísticas colocar cámaras de vigilancia en zonas comunes, como el salón o la cocina. No es una medida nueva, pero muchos usuarios la desconocían. La letra pequeña de este portal web, el más usado en estos momentos para buscar piso vacacional, autoriza a los propietarios a instalar vigilancia siempre y cuando se informe al huésped y se indique "con claridad" su ubicación "en la descripción del anuncio y en las fotos". Por dispositivos de vigilancia contempla "cualquier mecanismo que pueda utilizarse para capturar o transmitir audio, vídeo o imágenes". Esto incluye, entre otras, "tecnologías como cámaras wifi (por ejemplo, Nest Cam o Dropcam), cámaras para la supervisión de niñeras, cámaras web instaladas en monitores, monitores de bebés, sistemas de vigilancia de cualquier tipo, monitores de decibelios y dispositivos o teléfonos inteligentes con funciones de grabación de vídeo y audio". Eso sí, la plataforma prohíbe su uso en espacios privados, como habitaciones y cuartos de baños, independientemente de que se informe al cliente de ello.

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