A veces los que trabajan en la sanidad, tanto en la pública como en la privada, no lo tienen fácil. En no pocas ocasiones los médicos denuncian ser objeto de agresiones o insultos que dañan su labor diaria. Pero también hay ocasiones en las que los pacientes agradecen la labor de estos profesionales. Hace apenas unos días un paciente del Hospital Universitario Central de Asturias envió una carta al servicio de Medicina Interna del citado centro médico asturiano para agradecer los cuidados de los que había sido objeto. La emotiva carta trascendió gracias a las redes sociales.

“Quiero agradecer las extraordinarias atenciones que me han dispensado durante los pasados días de convalecencia. Gozamos de un sistema público ejemplar, que sirve con dedicación a su ciudadanía y entiende la salud como un derecho y no como un acto de beneficiencia. Hay profesionales como vosotras que sois el pilar que sostiene ese sistema y vuestra dedicación, personal y profesional, es el mejor ejemplo de ello”, comienza el citado paciente que después de recibir el alta hospitalaria quiso pararse un momento para agradecer todo lo que habían hecho por él. “A las personas que como yo, nos hemos beneficiado de ello, nos toca no sólo agradecéroslo, sino recordarlo en voz alta allá donde tengamos ocasión de hacerlo”, remata.

Hace varios meses una joven residente de Medicina de Familia recién licenciada se convertía también en noticia por otras bonitas palabras. En aquella ocasión la facultativa, residente en Gijón, había escrito ella misma una carta en la que se hablaba de la necesidad de enseñar en las facultades de Medicina algo más de empatía con el paciente. Se preguntaba la joven en una misiva enviada a una revista especializada en medicina cómo debía afrontar sus primeros pacientes. En este enlace puedes leer la carta que se convirtió en viral y dio la vuelta a toda España haciendo incluso que la joven fuera entrevistada por varios medios de comunicación.

En este caso del personal sanitario del Hospital Central de Asturias la carta enviada por el paciente no ha sido viral pero sí que ha servido, a buen seguro, para que un puñado de profesionales puedan ver un poco más recompensada una labor diaria que en no pocas ocasiones no es del todo agradable o no tiene los frutos que todos (tanto pacientes como médicos) desearían que tuviese después de detectarse una enfermedad o de una convalecencia.