Los devotos y visitantes que se acercaron a lo largo de la jornada de ayer, Viernes Santo, al santuario mariano de Covadonga y más concretamente a rendir pleitesía y orar ante la Santina en la santa cueva, pudieron contemplar un novedoso manto negro, de luto, el cual lucía por primera vez la Patrona de Asturias.

Esa novedosa tonalidad se suma al tradicional manto rojo y bordado en oro -el más habitual-, así como los otros tres colores litúrgicos: blanco, morado y verde. Mañana, sábado, tras el Viernes de Pasión, la Virgen de Covadonga vestirá el manto blanco.