Los lectores de LA NUEVA ESPAÑA tienen estos días la oportunidad única de adquirir por 29,95 euros el libro "España desde el aire", un entretenido y exhaustivo viaje por las principales ciudades de las provincias españolas de la mano de cientos de fotografías aéreas que realizó el avilesino Nardo Villaboy. El libro está editado a todo color, impreso en papel de 170 gramos y tiene 305 páginas en las que, con ayuda de las fotos de Villaboy, se ofrecen vistas inéditas de los pueblos de España, incluidos los archipiélagos y las ciudades autónomas de Ceuta Melilla. Como acompañamiento a las imágenes, "España desde el aire" lleva textos de Francisco F. Alonso, un colaborador habitual de Villaboy, de quien este diario distribuyó con anterioridad otros dos libros: "Avilés en el pasado" y "Asturias entre mar y montaña".
- ¿Qué actualidad tienen las fotos seleccionadas para formar parte de "España desde el aire"?
-Máxima, puesto que el libro vio la luz en 2018 y para darle forma se eligieron fotos recientes. Las imágenes son fruto de unas 250 horas de vuelo por toda España, incluidos los territorios extrapeninsulares.
- ¿Hay fotos de todas las capitales de provincia?
-En efecto, de todas; y además también de localidades importantes o emblemáticas por diferentes motivos, como Santiago de Compostela, Trujillo, Mérida, Aranjuez, Consuegra... A eso se añade un amplio tratamiento de las tres ciudades más grandes de Asturias -Oviedo, Gijón y Avilés- y unas páginas especiales con castillos de España.
- ¿Qué especiales dificultades tuvo la toma de las imágenes?
-Las propias de ir a bordo de una avioneta... Dependemos mucho de la meteorología y eso en el norte siempre es un problema porque puede estar haciendo sol en Llanes y lloviendo en Ribadesella. Para hacer las fotos hay que tener el sol de espaldas y he procurado disparar en ángulo de unos 45 grados para evitar las fotos cenitales, que son mucho menos ricas en detalles que las obtenidas con una perspectiva diagonal y, por tanto, con mayor profundidad de campo. Si a esto se une el hecho de que la avioneta va a unos 150 kilómetros el resultado es que hay apenas unos segundos para hacer la foto deseada, con el encuadre buscado. Hay que andar "vivo".
- ¿Hubo alguna ciudad donde fuese más complicado trabajar?
-Madrid y Sevilla, por problemas burocráticos... Sus cielos están blindados por motivos de seguridad para según qué tipo de vuelos y en esos casos tuve que recurrir a la ayuda de los helicópteros de la Policía Nacional. Ahora tampoco está permitido volar, por ejemplo, sobre los Picos de Europa, en este caso por motivos ambientales. Esto es un hándicap para los profesionales que hacemos fotos aéreas y, en términos generales, un escollo para la actividad turística.
- ¿Por qué gustan tanto al gran público las fotografías aéreas?
-Suelo bromear diciendo que porque en ellas puedes ver hasta la piscina del vecino, lo cual además de cierto da idea de la cantidad de detalles que ofrece una foto aérea frente a las realizadas desde el suelo. Son fotos que "desnudan" una ciudad, que ofrecen perspectivas imposibles de conseguir de otro modo, que revelan cada rincón de un pueblo y nos "hablan" de cómo esa ciudad ha crecido y cómo se vive en ella. Cada una de esas fotos es como un cuadro hiperrealista.
- Mójese: ¿El norte, el sur, la España interior o la mediterránea? ¿Con qué parte de España se queda?
-Con todas y con ninguna. Vivimos en un país maravilloso y diverso y ese es precisamente su encanto, la variedad. Tras haberla sobrevolado entera, para mí España es una paleta cromática: el verde del norte, los ocres del interior, el blanco de Andalucía, el azul mediterráneo... Cada región tiene su encanto.
- ¿Qué es lo que más llama la atención, viéndolas desde el aire, de las ciudades españolas?
-Se nota mucho la mejora que han experimentado los cascos antiguos. La peatonalización de esas áreas ha sido, sin duda, un gran acierto; y para los fotógrafos, una bendición porque los coches son un elemento que envejece mucho las fotos (al identificar los modelos de automóvil se averigua la antigüedad de la imagen).
- ¿Ninguna crítica negativa?
-Una que no hace falta volar para hacer: el urbanismo irresponsable, desordenado y alocado ha arruinado mucho rincones bellísimos de España. Hay ciudades que han crecido sin orden ni concierto sobre la base de proyectos oportunistas que acabaron dando resultados desgraciados. Esto en la costa, por desgracia, aún es más perceptible.
