Los asturianos siguen padeciendo problemas a la hora de intentar llegar a la meseta sea cual sea el medio que utilicen para desplazarse. Uno de los más utilizados es el tren pese a que en muchas ocasiones el viaje hasta el centro de la península se convierta en toda una odisea.

Ayer lunes sucedió a la inversa. El Alvia 04141, de Madrid a Gijón, con salida a las 14:50 horas, fue un quebradero más para los pasajeros en su camino al Principado. Tal y como cuenta uno de los usuarios de esta red de transporte, el viaje comenzó con una hora de retraso al tener que pasar el convoy por el taller antes de iniciar la marcha. "Nos mandaron bajar de los vagones porque tenían que llevar el tren a reparar hasta el taller de Fuencarral y nos dijeron que tardarían más o menos 45 minutos", cuenta Luis Merillas, uno de los afectados.

Cerca de las cuatro de la tarde los pasajeros pudieron subir de nuevo a sus asientos para comenzar el viaje, pero a la llegada a León vuelven los contratiempos. El viaje lleva ya un retraso de 80 minutos y las explicaciones que obtienen los usuarios ante tal perdida de tiempo es que "existen animales en la vía del tren".

Más tarde, en Pajares, uno de los responsables ADIF avisa de que el tren se encuentra parado por la "falta de aire en los motores". El retraso es ya superior a las dos horas y los ánimos de los viajeros comienzan a enturbiarse. El mismo responsable, siempre según testigos presenciales, rehúye contestar varias preguntas de los pasajeros afectados, entre ellos, ancianos y varios bebés. El retraso de este tren originó nuevos retrasos en otros convoyes que circularían más tarde por la misma vía. Algunos pasajeros sospecharon entonces que las incidencias escondían un paro encubierto de ADIF.

Estos contratiempos se agraviaron una vez llegado el tren a Pola de Lena. Los viajeros del Alvia fueron trasladados a un cercanías que les llevaría el resto del trayecto. Ante la falta de asientos y aprisionados por sus propios equipajes, no tardaron en llegar las primeras quejas. Una mujer de 86 años, con discapacidad visual, sufrió un ataque de ansiedad por encontrarse de pie en un tren abarrotado de pasajeros y maletas y tras la situación vivida durante el viaje. La pasajera fue auxiliada y trasladada en taxi, con medicación para la ansiedad, junto con otra persona con problemas respiratorios hasta Oviedo. Tras el cambio de tren y tres incidencias el Alvia Madrid - Gijón llegó a su destino con más de dos horas de retraso y con siete pasajeros que habiendo solicitado servicio de atención.