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"Obligar a alguien a ingresar es vulnerar su derecho más básico", argumenta una matrona

Dar a luz en casa, algo que antaño era la única opción viable para cualquier madre, entró en desuso tras la apertura de hospitales modernos por todo el país y el desarrollo de la medicina moderna. Sin embargo, esos mismos avances han hecho que el embarazo esté ahora más vigilado y que buena parte de los problemas que antes no se descubrían hasta el momento del parto puedan preverse con semanas, e incluso meses de antelación. En consecuencia, el parto domiciliario vuelve a ser una opción "viable". Así lo considera, al menos, Marta Bernárdez, matrona gallega especializada en este servicio. Aunque reconoce que "todavía faltan datos" sobre la mujer que ingresó de forma forzosa en el HUCA para tener a su hijo, en principio afirma que la orden judicial fue "una privación de su derecho más básico".

"El problema es que en muchos casos el personal sanitario no comprende por qué una mujer prefiere dar a luz en su casa", aunque sea una práctica que se realiza "desde siempre". "Es cuestión de opiniones; yo puedo no entender por qué una mujer, estando sana, va a querer ir a un hospital a parir", razona. Eso no impide que no haya requisitos para el parto en casa: "Es necesario que la mujer lo desee, que sea un parto de bajo riesgo, que todo el proceso esté vigilado por personal sanitario y que la mujer se encuentre a una distancia prudencial de un hospital".

La matrona considera que casos como el del HUCA ponen sobre la mesa un debate que está vivo incluso en el propio sector sanitario. "Hay gente que mantiene ese paternalismo antiguo de decirle a la mujer: mira, tú no sabes, esto es lo que tienes que hacer", comenta. "Y el personal médico debe informar, pero su opinión no importa. Tiene que respetar las decisiones de sus pacientes aunque no estén de acuerdo, y no parece que en este caso haya sido así", añade. También asegura que las 42 semanas de gestación tampoco implican necesariamente un "riesgo inminente" para el niño. Además, como carece de personalidad jurídica hasta el nacimiento, la decisión sobre el modo de proceder "sólo recae sobre la madre" que, eso sí, "debe estar muy bien informada". Bernárdez teme que lo sucedido acabe por asustar a futuras madres: "Obligarla a ingresar va a ser siempre pasarse de la raya, independientemente del peligro que se piense que hay. Además, al final el parto fue por cesárea de madrugada; si la urgencia hubiese sido real se tendría que haber hecho de inmediato. Faltan datos, pero algo falla", sentencia.

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