El oso herido que se encontró en un arroyo de Palacios del Sil, en León, cerca del límite con Degaña, puede sufrir una lesión medular, según los responsables del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno cántabro en Obregón (Villaescusa). El animal, que es de edad avanzada -entre 20 y 25 años- y pesa 170 kilos, no puede mover los cuartos traseros y presenta insensibilidad en la zona lumbar. Además, un examen neurológico ha confirmado la paraplejia, con reflejos medulares disminuidos o ausentes y sin sensibilidad cutánea en la región dorsolumbar.

El estado de animal ha sido calificado por el Gobierno cántabro de grave. Sufre diversas heridas profundas en las patas traseras, la zona lumbar e inguinal, aunque es capaz de desplazarse con las patas delanteras y de mantenerse relativamente erguido. Al parecer, no come mucho, aunque sí bebe líquido, y se han observado orina y heces en la cama del animal, pero no se sabe con certeza si es capaz de contraer sus esfínteres.

En las extremidades posteriores y zona lumbar, presenta heridas muy profundas e infectadas con apariencia de mordeduras hechas por otro mamífero de gran tamaño, presumiblemente otro oso adulto. Este tipo de lesiones apuntaría a que tuvo una pelea con otro oso, algo relativamente frecuente en esta época de celo. Tiene además otra herida profunda en el hocico que tiene la apariencia de ser más antigua, por estar en otra fase más avanzada de cicatrización.

A nivel torácico existe una posible fractura a nivel de la vértebra T12, caudal a la apófisis articular. A nivel lumbar se observa una reducción del espacio intervertebral entre L3 y L4, sugestiva de enfermedad discal, y una posible fractura a nivel de la zona dorsal de la vértebra L4.

Dado su estado grave, el oso permanecerá aún un tiempo en el Centro de Recuperación. Además debe confirmarse la posible lesión medular, motivo por el que se le realizarán nuevas pruebas, posiblemente pasado mañana lunes.