Las recientes elecciones generales y las venideras autonómicas y locales son una especie de oportunidad a mitad de año para escribir la carta a los Reyes Magos de los diferentes sectores de la sociedad. Y uno de esos es el educativo, que ve como con cada cambio de Gobierno, bien sea estatal o regional en las competencias que asumen las autonomías, las variaciones pueden ser abismales. Por eso, una de las reclamaciones principales de la comunidad educativa es una Ley de Educación estable, acordada por profesionales del sector y que se mantenga en el tiempo.
En esa línea se expresa Juan Miguel Molinero, director del colegio público Teodoro Cuesta de Mieres. "Lo que pedimos tanto a nivel nacional como autonómico es un gran pacto por la Educación que las leyes sean más estables", afirma. Además, la legislación en una materia tan sensible y de la que depende el futuro de los más pequeños, cree Molinero, no debe quedar en manos de gente ajena a la Educación: "Deben de contar con los maestros y los profesores para hacer las leyes, que no solo se centren en estadistas y economistas".
Además, también en materia económica llegan reclamaciones en esta carta a los Reyes Magos: "el dinero público se debe gestionar para colegios públicos, y todos debemos de jugar en las mismas condiciones". En este sentido, indicó, "hay centros como el nuestro que tienen un contexto más difícil y necesitan más recursos para dar igualdad de oportunidades a los chavales".
Encarnita Roche, por su parte, es maestra de quinto curso de Primaria, y tiene una lista de deseos similar. "Las leyes de Educación deben estar consensuadas y hechas por maestros y miembros de la comunidad educativa, que son los que conocen la realidad del centro y de los alumnos". Unas normativas para las que además pidió "cordura a la hora de elaborarlas". Por último, Roche señala que se debe trabajar en reducir la burocracia a la que se enfrenta el profesorado ante cualquier trámite. "Aunque no lo parezca, nos ahogan en papeles, y esa tramitación resta tiempo de atención al alumnado, que es a quien realmente nos debemos los profesores", relata.
Su compañera Beatriz Mota, profesora interina de Pedagogía Terapéutica, añade una nueva variante a la ecuación. Y es la de aumentar el personal en los centros. "Tiene que haber más recursos materiales y personales para los centros, y más aún en lo referente a la atención a la diversidad", explica Mota, que insiste en que "hace falta más profesorado porque queda mucho alumnado por atender que podría ser tratado". "La falta de recursos obliga a priorizar a unos alumnos más afectados sobre otros, pero debería haber una dotación mayor de profesores", señala. Además, al igual que sus compañeros, aboga por leyes más estables en materia de Educación.
El último en entrar en el debate es otro maestro de Primaria, Antoni Medina. "Lo primero que deben hacer es aumentar las partidas presupuestarias para la Educación", afirma tajante. A partir de ahí, en sintonía con sus compañeros, también entiende que los políticos que redacten las leyes educativas han de ser profesionales del sector: "Psicólogos, psicopedagogos o incluso inspectores podrían saber más sobre las necesidades que tenemos en la comunidad educativa", señala. Y para cerrar la cuadratura del círculo, se expresa casi en los mismo términos que Juan Miguel Molinero a la hora de hablar de una Ley de Educación: "Debe haber un gran pacto que constituya un eje para todos, y no que los partidos políticos cambien ese eje cada vez que cambia el Gobierno" .
Y en materia local, todos lo tienen claro: los ayuntamientos deben adoptar compromisos para adecentar e introducir mejoras en los colegios que son de su competencia. "La mejora de instalaciones es necesaria, y al menos nosotros, tenemos un compromiso municipal para este año", zanjaba Molinero.
