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Ex director general de la ONCE y expresidente de Telecinco y de Onda Cero, publica "Lo que hay que ver"

Miguel Durán: "Me impresiona aún el llanto de mi padre cuando supo que yo era ciego"

"La solución del problema catalán dependerá de la capacidad de reconocer los errores cometidos"

Miguel Durán. ALBERTO GUINEA

La ceguera que le descubrieron a los 5 años no ha sido un impedimento insuperable en la vida de Miguel Durán (Azuaga, Badajoz, 1955), quien, sin embargo, aún recuerda con el corazón encogido el llanto de su padre cuando conoció el diagnóstico y reconoce que esa minusvalía le atormentó durante la adolescencia, hasta que decidió aceptarse tal como es como primer paso en su camino hacia el éxito empresarial. Audaz y sin pelos en la lengua, rebaja a la categoría de dictablanda los últimos coletazos del franquismo, se declara políticamente liberal, muy lejos de su ferviente marxismo primerizo, y acusa al exjuez Garzón de haberse valido del cargo en su propio provecho en esta entrevista con Epipress en su despacho de abogado de Madrid. Durán plasma ahora en "Lo que hay que ver" (Península) su peripecia vital, que le llevó a dirigir la ONCE, a presidir Telecinco y Onda Cero y a moverse como pez en el agua en los círculos del poder.

-Dígame, Miguel, ¿es la ceguera la mayor de las adversidades a las que usted consiguió imponerse?

-La ceguera ha sido la causa de otras adversidades, como, por ejemplo, la de no superar muchos complejos de adolescencia y juventud hasta que me acepté.

-Complejos tienen casi todos los adolescentes...

-Pero yo partía en desventaja. Pensaba que me iban a menospreciar y que no iba a tener ninguna oportunidad con las chicas. Al final, me casé con la segunda novia que tuve, sigo con ella y tengo dos hijos.

-¿Qué ocurrió cuando el doctor Barraquer diagnosticó su ceguera?

-Tenía cinco años y no era consciente del serio problema, pero me impresiona aún recordar el llanto de mi padre y de mi tío.

-Supongo que la tristeza de su padre se volvería con el tiempo alegría al conocer sus éxitos.

-Mi padre murió cuando yo tenía 20 años. Disfrutó un poco de mis excelentes calificaciones académicas y, sobre todo, cuando me entrevistaban para la tele tras haber obtenido el Premio Nacional de Bachillerato.

-¿Cómo llevó su madre tener un hijo ciego?

-Fue la peor puñalada que le podía haber dado el destino. Ella también lloró, pero me chocó menos que el llanto de mi padre.

-Además de sus éxitos académicos fue capaz de relanzar el cupón frente a la lotería nacional.

-Los jugadores de lotería no analizan las posibilidades que tienen de que les toque, sino la cuantía del premio. En una primera reforma pasamos de ofrecer 6.250 a 100.000 pesetas, luego a dos millones y finalmente a cien millones.

-¿Cómo consiguió convertir a la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) en un imperio tan poderoso?

-Con audacia y empeño, porque no queríamos quedarnos en esa estantería social que relegaba a los ciegos a vender cupones, ser telefonistas o psicoterapeutas. Además quisimos dar utilidad al dinero que obteníamos y demostrar que podíamos ser empresarios.

-¿Qué aprendió de sus experiencias como presidente de Telecinco y de Onda Cero?

-Que además de los profesionales de los medios de comunicación hay unos valores intangibles que te dan poder, pero al mismo tiempo te crean enemigos. Aprendí también eso de la línea editorial o estrategia de un medio para posicionarte en relación a tus competidores, y creo que en este apartado cometí errores de bulto.

-Y puso en marcha Telecinco de la mano de Berlusconi con la bendición de Felipe González.

-Creo que González y Alfonso Guerra querían tener una televisión de derechas, la del conde de Godó, otra de izquierdas, la de Polanco, y otra con un matiz ideológico menos conservador, y al parecer esos éramos nosotros. Berlusconi y yo nos opusimos más tarde a crear una televisión que no fuese comercial.

-Y aparecieron las "Mama Chicho".

-Sí, y niego rotundamente, como decían en broma, que las eligiese al tacto.

-¿Tiene la conciencia tranquila de cómo administró el poder mediático que llegó a acumular?

-Tranquila sí, pero satisfecha no, porque le saqué poco jugo para mi institución.

-¿Por qué fracasó con el "Diari de Barcelona"?

-Porque el techo del consumo de noticias en catalán estaba cubierto. Si el periódico hubiese salido en castellano no habría fracasado.

-Su trayectoria política es desconcertante, pues empezó siendo comunista en el PSUC, luego se hizo nacionalista en Unión Democrática de Cataluña (UDC) para acabar de candidato, sin éxito, al Parlamento Europeo de la mano de Albert Rivera. ¿Por qué ha cambiado usted tanto de chaqueta?

-Porque cuando eres joven tienes un concepto de las cosas que va cambiando con la edad. A los 17 años veía el mundo que me vendían los activistas contrarios a la dictablanda de Franco sin explicarme el fracaso de los sistemas comunistas. Bebí el marxismo sin respirar. Luego fui un poco filo-socialista por admiración a Felipe González y más tarde comencé a navegar en el amplio arco de la socialdemocracia. Me uní a UDC por mi amistad con Duran i Lleida. Yo soy un liberal.

-¿Considera el régimen franquista una dictablanda?

-No hablo del franquismo de la posguerra, pero cuando el Opus llegó a la Administración franquista, a finales de 1950, las cosas se suavizaron mucho, y quien no quiera verlo tiene una ceguera diferente a la mía. El tardofranquismo fue una dictablanda.

-¿Qué piensa usted hoy de Jordi Pujol después de haber escuchado sus quejas sobre el trato que le daban sus medios y a la vista de todo lo ocurrido en Cataluña desde aquel tenso encuentro que mantuvieron en la sede de la Generalitat?

-Jordi Pujol no es un santo desde el punto de vista tributario, pero ese no es su pecado capital.

-¿Cuál es entonces?

-No haber controlado el mangoneo de su familia. Hay pocos casos tan claros de tráfico de influencias como el de la familia Pujol y aún no se ha investigado seriamente todo.

-No se entendió usted mejor con su hijo Jordi Pujol Ferrusola, quien no le consideró interlocutor válido para negociar el trato de la Generalitat a los empresarios del juego en Cataluña. ¿Era un problema de comisiones lo que había de por medio?

-Eso es lo que a mí me pareció, aunque igual él pensó que yo se las estaba ofreciendo porque hablé en todo momento de una forma muy ambigua. Fue una partida de póquer muy sostenida que concluyó cuando él dijo que no quería hablar conmigo, sino con mis superiores.

-Señor Durán, así que la célebre foto de la entrepierna de Marta Chávarri consiguió parar, con la mediación de usted, la fusión de Banesto y el Banco Central o lo que era lo mismo el pulso entre Mario Conde y los Albertos (Cortina y Alcocer).

-Desgraciadamente, yo no medié porque de haberlo hecho o de haber tenido influencia sobre los Albertos esa foto no se habría publicado. En todo momento fui partidario de cortar ese intento de fusión porque era una operación con plomo en las alas.

-¿Qué opinión tiene hoy del exjuez Baltasar Garzón, que llegó a ponerles a ustedes contra las cuerdas por una denuncia del pago del IVA de Telecinco?

-No ha sido un juez imparcial ni con nosotros ni con nadie porque siempre se ha servido de su cargo para tramar asuntillos.

-¿Qué quería saber Garzón de Berlusconi?

-Si yo sabía de negocios intraempresas de Berlusconi o cualquier otra cosa que le pudiese facilitar para ir contra él.

-Dice usted que los de la "Gürtel" son gente a quienes el maestro cogió copiando en clase para tapar a los grandes copiadores. ¿Quiénes son esos grandes copiadores?

-No seré yo quien señale a nadie, pero está claro que es imposible eliminar las componendas en materia de adjudicación desde el poder político. Paco Correa ha dado nombres y empresas de supuestos grandes copiones que anunciaron querellas que nunca se han interpuesto.

-¿Serán descubiertos algún día esos copiones?

-Depende de lo listos que sean y de la suerte.

-Usted que estuvo en la UDC de Antoni Duran i Lleida dígame por qué han cambiado tanto las cosas en Cataluña desde entonces.

-Ahí se pusieron las bases para la exacerbación del nacionalismo. Después ha habido políticos que han jugado con fuego y nos han quemado a todos. Ha habido imprevisión por parte de los independentistas y de los políticos centrales, que no supieron cortar de raíz el problema. Ha habido mucha cobardía y utilitarismo desde aquel absurdo de Aznar diciendo que hablaba catalán en la intimidad, pasando por la incompetencia supina de Zapatero al dar vía libre a la reforma del Estatut y acabando por la cobardía de Rajoy para afrontar el problema.

-¿Qué solución ve a esa dramática división de los catalanes en dos mitades aparentemente irreconciliables?

-A corto plazo, ninguna. A medio, dependerá de la capacidad de reconocimiento de los errores que haga todo el mundo.

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