Conmoción en la iglesia asturiana y en la de Astorga tras el fallecimiento ayer jueves de Juan Antonio Menéndez, el obispo asturiano que desde hace meses se encargaba de luchar contra la pederastia en la iglesia y al que hoy amigos, colectivos y compañeros religiosos recuerdan como un auténtico "pastor de los descartados". Los pésames han llegado de toda España. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, llegó a definir al religioso como un pastor "diligente, con inteligencia y acierto" (en este enlace puedes leer el artículo completo de Sanz Montes). La capilla ardiente para despedir a Menéndez está ya abierta en Astorga en el Seminario de Astorga. El funeral se celebrará mañana en la catedral a la una de la tarde. En Asturias la iglesia de San Nicolás de Bari en Avilés acogerá otro funeral el sábado 25 de mayo a la una de la tarde.

Menéndez sufrió ayer un infarto en plena calle en una zona próxima al obispado. Aunque los servicios de emergencia se desplazaron hasta el lugar y trataron de reanimarle, todo fue inútil y el obispo falleció en torno a las cinco de la tarde. Menéndez era el presidente de la comisión creada por la Conferencia Episcopal Española para atajar los casos de pederastia, una responsabilidad que, a decir de todos los allegados del sacerdote, le resultaba "abrumadora".

Uno de los pésames que llegaron hoy a Astorga fue el de todas las personas que forman parte en nuestro país de la red Migrantes con Derechos --Comisión Episcopal de Migraciones, Cáritas, CONFER y Justicia y Paz-. Desde estas instituciones se mostraron "conmovidos" por el fallecimiento de Juan Antonio Menéndez, al que recuerdan como "un verdadero pastor de los descartados". "Agradecemos su sencillez y cercanía con las personas migrantes más vulnerables. Un compromiso que se ha hecho más patente desde su incorporación, en 2014, a la Comisión Episcopal de Migraciones", subrayan en un comunicado.

Según aseguran, Menéndez vivía la migración, por su propia experiencia de acompañamiento a comunidades migrantes, como una realidad que enriquece a las sociedades y a la Iglesia, "rejuveneciendo y revitalizando muchas parroquias y comunidades". Desde marzo de 2017, Menéndez presidía en la Conferencia Episcopal Española la Comisión de Migraciones. Fue el primer obispo español nombrado por el Papa Francisco y se convirtió en el 137 obispo de la Diócesis de Astorga, una de las más antiguas de España, mientras que, en el momento de su nombramiento, era obispo auxiliar de Oviedo.

José Luis Castro Pérez será su sustituto temporal

El Colegio de Consultores de la Diócesis de Astorga (León), ha elegido por unanimidad, en la reunión mantenida este jueves, al vicario general, José Luis Castro Pérez, como administrador diocesano tras la muerte repentina, a causa de un infarto del obispo, Juan Antonio Menéndez Fernández.

Según han informado a Europa Press fuentes del Obispado, al encontrarse la Iglesia de Astorga en sede vacante tras el fallecimiento de Menéndez Fernández se ha celebrado votación para la elección del administrador diocesano.

En primera votación ha sido elegido, y por mayoría absoluta, José Luis Castro Pérez, lo que ha sido comunicado a la Sede Apostólica.

Una familia muy religiosa

Juan Antonio Menéndez era natural del pueblo de Villamarín de Salcedo (Grado), y nació en el seno de una familia muy religiosa. "En aquella parroquia", relata González Montoto, "había un cura que tenía unas fincas. Se las llevaban unas personas, que le pagaban unas rentas por ellas. Un día, siendo ya mayor, fueron a pagarle y él les dijo que se quedaran con ello. A los familiares del cura les pareció mal y le dejaron. Se quedó solo en la casa rectoral, pero un matrimonio joven se ofreció a cuidarlo: eran los padres de Juan Antonio".

La vocación religiosa prendería en el joven, que ingresó en el seminario de Oviedo. Allí conoció a Herminio González Llaca, con quien trabó gran amistad. También con Jorge Fernández Sangrador, que era un año más joven.