La matrícula para primer curso de Infantil sigue cayendo en toda Asturias. Aunque el temor era tan grande por la crisis demográfica, que el desplome fue menor de lo esperado en algunos colegios. Los centros colgaron ayer las listas provisionales de nuevos alumnos admitidos, lo que generó durante la jornada un trasiego de familias para hacer comprobaciones. "Preveíamos aún peores datos", reconocen directores de escuelas del área central. Pese amortiguar la caída, los efectos del descenso de natalidad son inevitables: cada vez menos coles tienen excedentes de plazas para 3 años y muchos pasan apuros para mantener más de dos unidades abiertas. El Occidente, el Oriente y las Cuencas se llevan, como es lógico, la peor parte. En estas comarcas ya hay centros, como el Villapendi Turón (Mieres), que no recibieron ni una sola solicitud de entrada para el próximo curso. Y a la vista de las estadísticas de natalidad -en 2018 se bajó por primera vez en la historia de los 6.000 bebés-, el panorama puede empeorar más.
"La población joven se está yendo y la que queda tiene un hijo o ninguno. El descenso de natalidad se nota", argumenta Silvia Casiano, directora del colegio José Bernardo de Langreo, que recibió 17 solicitudes para 3 años cuando "el año pasado fueron 20 y algo y el anterior, unas 30". En San Martín del Rey Aurelio se quedarán el curso que viene con una escuela menos: la de San José, en Sotrondio. En otras zonas el desplome está siendo menor, lo que ha "sorprendido gratamente" a los centros. "Tenemos 40 alumnos para 50 plazas; estamos satisfechos porque esperábamos muchos menos", comenta el responsable del colegio Condado de Noreña, Daniel García. La misma satisfacción expresa la directora del colegio Laviada de Gijón, Ana Romero: "Para como está la natalidad, estamos contentos; mantenemos el mismo número de aulas". Y eso a pesar de que "en un radio de 500 metros hay cuatro escuelas". En Laviada son 55 los alumnos de primer curso de Infantil admitidos para un total de 69 plazas.
Los números son todavía provisionales -los definitivos se publicarán el 31 de mayo-, ya que puede haber niños que no entraron en el colegio que señalaron como primera opción y tendrán que ser reasignados. De hecho, el colegio Jovellanos de Gijón recibió ayer varias llamadas de familias en esta situación. Por ello, su directora, Yolanda López, espera que los 53 admitidos hasta ahora suban hasta el máximo de plazas, 69. En Avilés, el Quirinal tiene 58 admitidos para 3 años y no espera cubrir las 69 plazas porque en otras escuelas de la zona apenas hay sobrantes. "El año pasado fue el primero en el que hubo vacantes y éste pasará lo mismo", señalan sus responsables.
Por su parte, la concertada ha resistido "bien" la crisis de la natalidad, como afirma el representante en Asturias de Escuelas Católicas, Carlos Robla. "Viendo el panorama que había -por la bajada de nacimientos-, nuestra representación se mantiene. Los mejores datos los tenemos en Oviedo y en Gijón. En Avilés la crisis se nota desde hace años, aunque no tanto como en las Cuencas y en las alas de la región", expresa Robla, que cree que los datos demuestran que "hay un porcentaje muy importante de familias que sigue apostando por la concertada".
Los estudiantes que miren la hora en un reloj inteligente podrán ser expulsados de la EBAU
Las normas de la EBAU asturiana -antigua Selectividad- no son tan estrictas como la prueba gallega, que obliga a llevar el pelo recogido, pero sí prohíbe como la comunidad vecina el uso de dispositivos digitales "con capacidad para transmitir datos". Los estudiantes que se examinarán del 4 al 6 de junio en fase ordinaria y del 2 al 4 de julio en extraordinaria no podrán emplear ni teléfonos móviles ni tabletas ni libros electrónicos ni relojes inteligentes. En este último caso tampoco podrá consultar la hora. "Este tipo de dispositivos deberán estar siempre apagados durante la realización de los ejercicios", advierte la Universidad de Oviedo para evitar que los estudiantes copien. En caso contrario, "serán sancionados con la expulsión del examen y el abandono de la prueba de evaluación de bachillerato para el acceso a la universidad". A diferencia de la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CiUG), que exige mantener "los pabellones auditivos despejados", la asturiana de momento no obliga a los aspirantes con pelo largo a llevarlo en una cola.
En la EBAU del Principado, cuyo plazo de matrícula finaliza hoy, sólo se podrán utilizar calculadoras que no tengan "posibilidad de trasmitir datos, pantalla gráfica, resolución de ecuaciones, operaciones con matrices, cálculo de determinantes, derivadas e integrales y almacenamiento de datos alfanuméricos".
La Universidad de Oviedo ya ha publicado los horarios de las pruebas. La EBAU empezará el 4 de junio a las 15.45 horas con Lengua Castellana II y seguirá a las 18.00 con Historia. El 5 de junio los exámenes comenzarán a las 9.30 con Lengua Extranjera y terminarán a las 19.30 con Artes Escénicas, Geografía y Biología. Y el 6 de junio empezarán a las 9.30 con Diseño, Historia de la Filosofía y Física y acabarán a las 17.15 con Dibujo Técnico II y Segunda Lengua Extranjera.
