La propuesta del Principado de recuperar hórreos y paneras y darles uso como alojamiento turístico y albergue para peregrinos del Camino de Santiago ha provocado división de opiniones. La patronal del turismo rural, ARCA, rechaza la propuesta y advierte de que en caso de salir adelante, exigirá que esos alojamientos cumplan con los mismos requisitos que se imponen a los demás. La Asociación del Camino de Santiago Asturgalaico aplaude la idea, aunque advierte de que se debe respetar la construcción y estética tradicionales. Y la asociación Amigos del Hórreo Asturiano avisa de que hay construcciones medievales que es necesario recuperar por su valor como patrimonio cultural, pero no dedicarlo a acoger turistas. Para eso existen otros de épocas más recientes.
El informe encargado por el Principado estará listo el próximo mes de julio, una vez que se hayan incorporado las propuestas de la Comisión de Etnografía, el órgano asesor del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias. En el borrador se abre la puerta a recuperar y dar nuevos usos a los hórreos y paneras, como viviendas e incluso como albergue de peregrinos.
Jaime García, presidente de Arca -integrada en la patronal del turismo asturiano OTEA-, se mostró ayer partidario de recuperar estos tradicionales graneros por lo que representan como bien patrimonial y cultural que identifican a la Asturias rural. Pero también advirtió el total desacuerdo de los empresarios del turismo rural a utilizarlos como alojamiento para visitantes o albergues para peregrinos. Salvo que vayan vinculados a una explotación turística. "Entendemos que para que funcionasen como alojamientos rurales, se les impondrían las mismas exigencias que tenemos que cumplir los que tenemos negocios turísticos", dijo.
Quien sí mostró más entusiasmo con la propuesta fue Laureano García, presidente de la Asociación del Camino de Santiago Asturgalaico. "Ya hubo solicitudes para recuperar hórreos y paneras y darles uso habitacional. Pero la burocracia y las exigencias legales hicieron que aquellos que se animaron a arreglarlos acabaran desistiendo y la legislación tampoco permitía darles un uso distinto al del granero", explicó.
Laureano García asegura que recuperar estas construcciones tradicionales para uso turístico "sería un gran atractivo y seguro que triunfaría". Pero advierte de que "siempre se debería respetar el aspecto exterior. No se pueden permitir cambios como los que se han visto en Galicia", añadió.
Paulino García es miembro de la asociación Amigos del Hórreo Asturiano y su misión fundamental es recorrer el Principado para hacer un inventario de estas construcciones. "Hay unos 30.000 en total, y de ellos unos 3.000 son valiosísimos, porque datan incluso del siglo XVI y tienen tallas y decoraciones que hacen que sea urgente su recuperación como patrimonio cultural". Pero deben ser "intocables", es decir, que se puedan ver pero no utilizarlos como alojamientos turísticos. "Para eso están el resto. Muchos están caídos o a punto de caerse y deberían recuperarse y buscarles un uso nuevo para evitar que vuelvan a ser abandonados", afirmó.
