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Contenerse o arriesgarse

La influencia de las encuestas en las estrategias de los partidos durante las campañas electorales

Contenerse o arriesgarse

Las campañas electorales, a grandes rasgos, las marcan las encuestas. Todos los partidos políticos, digan lo que digan públicamente sus máximos responsables, las tienen en cuenta. Porque aunque las empresas demoscópicas no siempre aciertan en el reparto concreto de escaños, la verdad es que sí lo suelen hacer en las líneas generales por las que discurrirán unos determinados comicios. Es decir, que normalmente diseccionan adecuadamente qué fuerzas políticas cotizan al alza o cuáles lo hacen a la baja.

Y es precisamente ahí, en esas grandes tendencias de los sondeos electorales, en las que se fijan los estrategas de cada formación para diseñar las campañas de los candidatos. Los grandes rasgos de las campañas, no los detalles, el día a día, la improvisación (si es que hay alguna); que por supuesto corresponde en exclusiva a cada uno de los políticos implicados en la pugna electoral.

Probablemente no hay mejor momento para comprobar el planteamiento de los diferentes partidos que los debates entre sus candidatos. Así sucedió en el de esta semana en la televisión pública asturiana entre los números uno autonómicos. Allí, en el plató de la TPA, quedó claro que hay una formación que parte con clara ventaja en las encuestas, el PSOE. Y, claro, ¿qué le aconsejaron a su cabeza de cartel?: pues contención; que tenía mucho más que perder que ganar si entraba en el cuerpo a cuerpo con sus adversarios. La consigna, no equivocarse; el peligro, que la figura de Adrián Barbón quedase desfigurada, vacía de contenido.

En el lado contrario, en el del gran perdedor de los comicios en el Principado, según todos los sondeos, aparece el PP. Los asesores de la número uno popular, Teresa Mallada, se vieron obligados a arriesgar, a jugar excesivamente al ataque con el objetivo de intentar recuperar sufragios. El gran problema de esta estrategia: el pasarse de frenada, el dar sensación de desesperación y no medir bien el tono político.

Muy agresiva también fue la actitud de Podemos (Lorena Gil) y Vox (Ignacio Blanco), mientras que Ciudadanos (Juan Vázquez), IU (Ángela Vallina) y Foro (Carmen Moriyón) apostaron por la moderación, aunque, eso sí, al menos los dos primeros sin rehuir la polémica.

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