Misiego, Miami y El Puntal, en Villaviciosa, y Los Quebrantos, en Soto del Barco. Estas son las cuatro playas asturianas en las que no se podrán fumar este veranocuatro playas asturianas en las que no se podrán fumar. El Principado ha elegido estos dos concejos para iniciar una "experiencia piloto", ya extendida por España, que busca concienciar y no multar. "Ojalá no fume ningún usuario en las playas, pero no vamos a sancionar a nadie si enciende el cigarrillo", insisten los alcaldes. La consejería de Sanidad asegura por su parte que la propuesta es "educativa y de concienciación social para promocionar estilos de vida saludables". Su intención es extenderlo a otros municipios y construir una red autonómica como la gallega.

En los cuatro arenales calificados como "Playas sin humo" se promoverá mediante cartelería que no se fume en toda la zona o en áreas señalizadas, a excepción de los espacios al aire libre de los chiringuitos. La medida, señala el Principado, pretende, además, "proteger del humo del tabaco a niños y adolescentes, dado que la exposición es nociva durante todas las etapas de la vida y especialmente en las edades más tempranas".

Esta propuesta fomenta también el respeto al medio ambiente, puesto que los filtros de los cigarrillos no son biodegradables y pueden tardar hasta 10 años en descomponerse. Los filtros están diseñados para acumular los componentes del tabaco, incluidas las sustancias químicas más peligrosas, que son liberadas en contacto con el agua y llegan a ríos y mares. "Se ha estimado que una colilla provoca la contaminación de ocho litros de agua. Además, al arrojarlas en las playas, pueden ser ingeridas por especies marinas o acabar en manos de niños", alertan.

Algunas de las sustancias nocivas que se han hallado en las colillas son pesticidas, que provocan un potencial efecto tóxico sobre el medio y pueden acumularse en la cadena alimentaria. También se han detectado otras como el etilfenol, la nicotina, el mentol, metales o alquitrán y carcinógenos, entre otras.

Esta situación supone una seria amenaza para el medio ambiente, ya que en España se fuman unos 89 millones de cigarrillos al día, lo que supone 32.455 millones de filtros desechados anualmente, según un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Están hechos de acetato de celulosa, una sustancia no biodegradable que se disgrega en pequeñas piezas, pero cuyo material fuente nunca desaparece. En las playas, el 14% de residuos retirados son filtros de cigarrillos.

Sólo en 19 años -entre 1998 y 2017-, los cigarrillos mataron a 47.317 personas, casi tantos como habitantes tiene Siero (51.662). Según los datos apartados ayer por la consejería de Sanidad con motivo de la presentación de la campaña del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra este viernes, cada año fallecen 2.259 asturianos a causa del humo. El 69,3% de ellos son hombres.