La cabeza de lista del PP en las pasadas elecciones autonómicas, Teresa Mallada, forma parte del primer grupo de 164 trabajadores de la hullera pública Hunosa acogidos a la prejubilación en el plan de empresa 2019-2017 firmado el pasado mes de abril, según han informado a Efe fuentes sindicales. No obstante, Mallada, a diferencia de otros altos cargos, no cobrará indemnización y reuniciará el lunes a la prejubilación para desarrollar su actividad parlamentaria. La política allerana no se acogió a la prejubilación, sino que ha sido incorporada automáticamente por cumplir los requisitos del Plan de Prejubilaciones para los empleados de Hunosa.

El plan prevé jubilar hasta 2023 a más de 500 trabajadores, en torno al 55 por ciento de la plantilla actual, e invertir 62 millones de euros en proyectos de reactivación así como en el pozo San Nicolás, la única explotación que mantiene abierta para garantizar el suministro de la central térmica de La Pereda.

Las prejubilaciones se plantearán a partir de los 51 años de edad 'química' (la edad física más coeficientes reductores) y en las mismas condiciones económicas que en el anterior plan de empresa.

Mallada (Cabañaquinta, 1973) es Doctora en Ingeniera de Minas y, tras un periodo como becaria, se incorporó en el año 2000 a la plantilla de Hunosa donde fue ingeniera auxiliar de los pozos Carrio y María Luisa y trabajó también en los departamentos de Medio Ambiente y de Ingeniería y Proyectos.

En febrero de 2012 se convirtió en la primera mujer que presidía Hunosa, cargo en el que continuó hasta julio de 2018 cuando el Gobierno del PSOE surgido de la moción optó por reemplazarla para ser sustituida por Gregorio Rabanal.

Tras su salida de la presidencia de Hunosa, Mallada ocupó en la empresa el cargo de vicepresidenta de la Fundación Santa Bárbara, que simultaneó desde el pasado mes de enero con la candidatura del PP a la Presidencia del Principado para la que fue designada por la dirección nacional del partido.

El pasado mes de abril Podemos Asturies pidió a la Fiscalía que investigara a Mallada, ante la posibilidad de que hubiese incurrido en delitos de malversación, administración desleal y contra la Hacienda pública durante su etapa al frente de Hunosa.

La formación morada aludía así a un informe de auditoría realizado en 2015 que cuestionaban algunos gastos de representación o protocolarios y la forma en la que se justificaron ciertas compras y comidas en la compañía minera.

Entre las facturas cargadas a la compañía figuran gastos en supermercados en los que se adquirieron "yogures, ajos, chocolate, espárragos, salteado de pollo, canelones congelados, cachopo", entre otros productos, así como otra de "marisco para llevar" o de restaurantes sin concretar los comensales ni el motivo de la comida.

Mallada negó haber cometido irregularidades al frente de Hunosa y aseguró ser víctima de "una campaña de acoso y derribo" y que había presentado alegaciones a la auditoría sin que fueran cuestionadas a la vez que presentó una querella por calumnias e injurias contra el secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa.