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Cuidado con los desbroces: hay que empezar por el llano y ojear los ribazos

Los expertos aconsejan llevar cubiertas la cabeza y las manos y poner trampas entre marzo y junio

Son cientos las personas que desbrozan sus campos y fincas en esta época previa al verano, que es precisamente cuando se produce una mayor actividad de abejas y avispas. Están construyendo sus nidos y la presencia de humanos despierta sus instintos de protección. Es entonces cuando se producen los ataques, algunos tan graves como el sufrido por el vecino de San Tirso de Abres Miguel Álvarez. Los expertos aconsejan un especial cuidado en esta época entre quienes realizan labores en el campo. Como indica José María Vázquez, gerente de la empresa gallega Serpa, que ha retirado la friolera de 2.708 nidos de velutinas en los últimos seis años, lo básico sería realizar estos trabajos con una mínima protección: con guantes en las manos y con la cabeza y la cara cubiertas con la máscara del traje de apicultor, porque son las zonas a las que dirigen principalmente sus ataques las avispas.

En el caso del vecino de San Tirso de Abres que está en estado crítico tras la picadura de un avispón asiático, ésta se produjo en el dedo de una mano que no tenía cubierta. Al parecer sí llevaba la parte superior del cuerpo cubierta. Lo cierto es que "lo hace poca gente", indica José María Vázquez. Y añade: "En Asturias hace poco que llegó la plaga de las velutinas y la gente no es consciente del peligro".

Vázquez indica que los desbroces deben hacerse en esta época siguiendo una pauta determinada. Y es que debe empezarse por la zona llana de la finca, ya que "el noventa por ciento de los nidos están en los ribazos". Aconseja además ojear estos últimos con un palito para descubrir los nidos y luego avisar a un profesional para su retirada. "Este año es el peor de las velutinas, se ve porque hay muchos enjambres. Si la abeja está potente, también la velutina", asegura Vázquez, quien justificó esta situación por el adelanto de la primavera.

Otra medida importante es la colocación de trampas en tres o cuatro puntos de la finca, entre los meses de marzo y junio, y revisarlas cada cierto tiempo. Al parecer, los mejores puntos para instalarlos son las partes bajas, donde se acumula mayor humedad.

Y otra opción, según Vázquez, es adelantar los desbroces a febrero, aún en invierno, o retrasarlos hasta el mes de agosto, con el verano ya adelantado, con el fin de evitar la época de mayor actividad de las avispas, aunque ésta se extiende hasta noviembre.

Luis Pérez, presidente de Promiel Asturias, indicó que "esta es una mala época porque las abejas están empezando a construir los nidos secundarios". El caso de Miguel Álvarez no es el único, "ya el año pasado murió un hombre en Galicia mientras estaba desbrozando, no vio el nido escondido, le picaron y murió".

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