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"No se le puede situar en el coche", sostiene el abogado de Borja V. G.

"Las conclusiones del nuevo informe de la UCO siguen siendo las mismas que llevaron al sobreseimiento", asegura Pedro González

Pedro González Álvarez, en su despacho de Villablino. IRMA COLLÍN

Pedro González Álvarez, el abogado de Borja V. G., cree que el caso volverá a ser sobreseído, como ya ocurrió en 2008, cuando la sección tercera de la Audiencia Provincial consideró que no había prueba alguna contra su defendido. "Las conclusiones del nuevo informe de la UCO siguen siendo las mismas que llevaron al sobreseimiento. Que la delegada del Gobierno de Asturias diga que el informe es concluyente es imperdonable. Más que concluyente no conduce a ningún lado", aseguró en su despacho de la localidad leonesa de Villablino. Y es que, según el letrado, afirmaciones tan categóricas, sin que se haya pronunciado la jueza instructora, pueden tener "consecuencias graves". No quiere pensar que la filtración del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que obra en poder de la jueza instructora desde hace cuatro meses, sea para forzar a esta a tomar una decisión.

El veterano letrado no duda en asegurar que lo que hay abierto contra su cliente es "una causa general". El caso se reabrió de forma secreta en 2015. Hasta el año pasado, Borja V. G. no supo que estaba siendo investigado de nuevo. En estos cuatro años, "ni ha sido interrogado ni ha sido detenido", lo que muestra en su opinión que de nuevo se equivocan de presunto culpable.

"El caso se reabrió para ver si con los nuevos adelantos en el análisis de ADN se podían conseguir nuevos datos. En el coche y en el cuerpo de ella aparecieron rastros de cinco ADN de varón anónimo, y dos pelos de varón que no tienen nada que ver con Borja. Se volvieron a analizar las ropas de Sheila y de mi cliente, y las conclusiones siguen siendo las mismas", explicó el abogado.

El letrado pone en duda el análisis de parafina que se realizó al joven, treinta y tres horas después de los hechos. En ellos se halló una partícula de casquillo, aparecida en la mano del sospechoso. González cree que esa prueba no se sostiene: "Los residuos de disparo duran apenas dos horas. En un país como Colombia, con su alto índice de homicidios, no se realizan si han pasado más de seis horas desde el crimen. Pero aquí en España no hay legislación que limite la toma de residuos".

Por otro lado, de los seis sospechosos rastreados por la Guardia Civil, tres dieron positivo en residuos. Como dijo la Audiencia, los restos que se hallaron en las manos de Borja "pueden ser por haber estado cazando una semana antes de que se produjese el crimen o por transferencia", indica el abogado. El arma homicida no ha aparecido y además hay cierta confusión sobre el casquillo hallado en el coche un día después de la primera inspección.

Coartada sólida

Pero lo más importante para Pedro González es que "no se puede colocar a mi cliente en el coche" donde tuvo lugar el crimen. Los padres del sospechoso facilitaron una coartada para el joven. El día del crimen durmió en la casa familiar. Se intentó demostrar que los padres habían acudido a Gijón a jugar al golf, como solían hacer, pero se comprobó que ese fin de semana no habían viajado a Asturias.

González añade que la forma en que se produjo el crimen no casa con la supuesta hipótesis de un crimen pasional cometido por un joven de 19 años. "Se utilizó una arma pequeña, que para matar tiene que disparar a cañón tocante. Eso exige una frialdad, una profesionalidad, que no casan con un crío de 19 años. No encuentro además un motivo. La UCO sostiene que puede haber sido por una cuestión sentimental, afectiva. En su declaración, Borja admitió que habían tenido una relación de cuatro besos, pero que le gustaba otra chica y había dejado a Sheila. La joven mantenía otras relaciones más serias", añadió. En el último informe de la UCO se apuntaría a que tanto Borja como Sheila podrían haber mantenido una relación más íntima, algo que el abogado no confirma.

González sigue pensando que la muerte de Sheila "fue una ejecución", y cree que en el crimen pudo participar más de una persona. Quince años después, el caso, en su opinión, sigue donde estaba: "Todo esto terminará como terminó en 2008, con el sobreseimiento por parte de la Audiencia Provincial".

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