La presión social y policial dio resultado y los tres supuestos agresores de David Carragal, de 33 años, se entregaron a la Policía, aunque aseguran que ellos no llegaron a darle una paliza. R. B. D. (19 años), J. C. C. (18 años) y A. S. S. (18 años), los dos primeros oriundos de Llanes y el tercero de Colloto, hablaron entre ellos y con sus familiares al enterarse la tarde del lunes de que David Carragal había fallecido. Ninguno de los tres tiene antecedentes penales. Se asesoraron con un abogado y decidieron acudir a Comisaría, donde ya pasaron la noche del lunes y ayer fueron interrogados durante todo el día. Lo que ha trascendido de su declaración es que ellos niegan haber dado una paliza al joven maestro pixueto al finalizar la última verbena de las fiestas del barrio de La Florida, en Oviedo, aunque reconocen un "pique" y encontronazo físico. “Yo no diría que el fallecido fue apaleado, fue agredido”, ha asegurado esta mañana el Jefe Superior de Policía, Juan Jesús Herranz Yubero, en una rueda de prensa para dar cuenta de la detención y puesta disposición judicial de los presuntos autores del homicidio de David Carragal. Herranz hizo un llamamiento “a pacificar la convivencia en las fiestas, que están para disfrutar”.

Los tres cuentan, según su defensa, que se encontraron a Carragal acompañado de dos chicas en un semáforo cercano al prado de la fiesta, en la parte baja de La Florida. Pasaban las cuatro y media de la madrugada del 10 de junio. Su versión ante la Policía: "Hubo un cruce de miradas y un pique, uno de los agresores lanzó una patada al aire pero no saben si llegó a darle bien (a Carragal)". Así, uno de ellos reconoce haber lanzado un golpe, mientras que los otros rechazan cualquier implicación. No dicen lo mismo los testigos. Uno declaró que "el alto le había dado a la víctima una patada en la cabeza", un testimonio al que la Policía le da credibilidad. También hay testimonios que afirman que le siguieron golpeando en el suelo.

Ellos, sin embargo, insisten en que lanzaron esa patada, que no saben si llegó a impactarle, y que "se fueron corriendo del lugar y vieron que se desequilibraba (la víctima), tal vez al intentar esquivar la patada". "No eran conscientes de que había sido tan grave", aseguran fuentes cercanas a los agresores. Las dos mujeres que acompañaban al fallecido, dos enfermeras que trabajan en el HUCA, una de ellas de Cudillero, como la víctima, aseguraron que "todo ocurrió muy rápido, en apenas 20 segundos", lo que les impidió ver los rostros de los asaltantes, por lo que pidieron ayuda por las redes sociales en busca de testigos. En su versión se dice que los agresores pidieron tabaco a Carragal y al decirles este que no era fumador la emprendieron a golpes contra él. Los detenidos aseguraron ayer que no son fumadores y que les gusta hacer deporte, aunque en sus redes sociales algunos de ellos sí aparecen fumando.

Antes de que, a las diez y media de la noche del lunes, se personaran con un abogado en la Comisaría de la Policía Nacional de la calle Gil de Jaz de Oviedo, las fuerzas de seguridad ya les seguía la pista. Los agentes les identificaron, entre otras cosas, gracias a comentarios en redes sociales, donde los jóvenes no tenían excesivo pudor en mostrar su vida, aunque las cuentas de alguno de ellos desaparecieron ayer. La Policía sabía quiénes eran, pero estaba esperando a reunir más pruebas. Ayer mismo fuentes policiales insistieron que si alguien puede aportar datos que permitan reconstruir lo sucedido, agradecerán su colaboración. Los detenidos pasarán hoy a disposición judicial.

La muerte de Carragal precipitó todo. Permanecía ingresado desde el pasado lunes en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Había recibido, según sus familiares, "muchos y muy fuertes golpes en la cabeza" de los que no se pudo recuperar.

Durante toda la semana permaneció estable pero el pasado viernes su situación se complicó y el domingo entró en muerte cerebral. Falleció el lunes en el hospital a primera hora de la tarde.

Al conocer la noticia de las detenciones, los familiares de la víctima mostraron su satisfacción. "Ahora, que se haga justicia. No nos pueden devolver a David, pero que paguen lo máximo posible", dijo Diego Carragal, primo del fallecido.

Los supuestos agresores salían juntos de fiesta con cierta frecuencia. Uno de ellos vive en Gijón, otro en Oviedo y el tercero en Colloto. Son muy conocidos especialmente en el oriente de Asturias. Este mismo fin de semana, el jueves y el sábado, mientras David Carragal se debatía entre la vida y la muerte en el HUCA, uno de ellos disfrutaba de las fiestas de San Antonio en la localidad llanisca de Cue, según otras personas que estaban en la celebración.

En sus redes sociales se hacían eco de esas celebraciones. Solían colgar fotos de fiesta y en muchas de ellas acudían en pandilla, ya fuese en Oviedo, en Llanes o en Ribadesella. También destacaba su afición al deporte.

Llanes vivió ayer una conmoción con las detenciones de dos de sus vecinos. "Son unos chicos normales, nadie se lo podía esperar, ha sido un jarro de agua fría", dicen en el Oriente quienes conocen bien a la familia de R. B. D., uno de los detenidos. "Nos ha sorprendido muchísimo; es un chico noble, educado, incluso tímido. Estudia en Gijón e iba a Ribadesella a entrenar cada día con su coche. Le gusta la velocidad, es más, si nos dicen que le detienen por algo relacionado con el tráfico nos lo creeríamos antes que lo ocurrido en La Florida", comenta otro vecino de Llanes, que además indica que fue el padre quien le llevó hasta la Comisaría: "Está destrozado, no deja de llorar, no puede creer que su hijo haya podido hacer algo así". El joven acaba de renovar su contrato con el Ribadesella de Regional Preferente por un año, donde es un chico muy querido y que nunca ha dado un problema "ni dentro, ni fuera del campo; y que siempre cumplía".

Cudillero llora y clama justicia por David Carragal

"Ojalá los autores no sean jamás felices", comentan con rabia los familiares del joven tras diez minutos de duelo en la plaza de San Pedro. (Puedes leer la información completa aquí).